El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido
El pasado 6 de diciembre, apareció en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Declaración de Impacto Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, siendo favorable el proyecto de línea de alta tensión entre Tauste (Zaragoza) y Júndiz (Álava), cuya construcción tiene como objetivo evacuar la energía producida en Aragón y en el País Vasco pero atravesando La Rioja de este a oeste, desde los términos municipales de Alfaro al de Briñas. Han indicado, a través de una nota de prensa -santa palabra- que el “Gobierno de La Rioja reitera su firme y rotunda oposición al proyecto de línea de alta tensión”. Incluso algo más, indicando que este Gobierno “ya trabaja en la redacción de informes técnicos que muestren las negativas afecciones en el patrimonio cultural, paisajístico, medioambiental, agronómico y económico de La Rioja”, señalando que “si este proyecto llega a consumarse en los términos en los que está siendo tramitado, supondrá en la práctica que en el terreno riojano, entre ellos zonas vinícolas, se levantarán 251 torres de alta tensión de entre 45 y 70 metros de altura”.
No obstante, la Declaración de Impacto Ambiental favorable que ha publicado el Boletín Oficial del Estado viene condicionada a que la “línea Forestalia obtenga informes favorables de las comunidades que cruza, como es la riojana, por tanto del Gobierno de La Rioja”, ha comentado la consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, Noemí Manzanos. “En ese sentido estamos trabajando en poder informar al Ministerio, que es el que otorga la autorización definitiva, de las graves afecciones que tiene para nuestro patrimonio cultural, en el paisaje del vino y el viñedo y en el Camino de Santiago para que no les den el visto bueno”.
Cada una de las consejerías directamente relacionadas con la construcción de esta línea de alta tensión, ya trabajan en la redacción de informes técnicos y estudios internos que refuercen y avalen la ya de por sí rotunda oposición a este proyecto, que tal y como está concebido, parte por la mitad a nuestra región y en caso de prosperar, destrozaría suelo agrícola, paisajes y zonas protegidas.
Lo más importante de esta nota de prensa es que “el Gobierno de La Rioja, por tanto, de la mano de numerosos ayuntamientos afectados por el proyecto, de la Denominación de Origen Calificada Rioja, así como de las plataformas en defensa del Paisaje y el Parlamento Regional”, que en principio nos los creemos, “defenderá el presente y el futuro de los intereses de los riojanos, en primera instancia vía Ministerio con los informes desfavorables y si aun así se aprobara por parte del Gobierno central, el Ejecutivo regional recurriría a todos los procedimientos a su alcance para detener este proyecto”.
Finalmente indican que “queremos confiar en el Ministerio de Transición Ecológica y en su sensibilidad con el medio ambiente, la sostenibilidad y el valor patrimonial natural y cultural que está en juego con este proyecto para que finalmente no autorice su ejecución. Por parte del Gobierno riojano vamos a ser contundentes, hablamos del futuro de La Rioja y no podemos ponerlo en riesgo”, ha concluido la consejera Noemí Manzanos.
En esta línea -aunque no tiene lo suyo de broma- estamos en lo correcto, es decir en la defensa del paisaje. A ver si la que ahora es consejera y anteriormente un dardo continuo para el gobierno socialista en los temas de agricultura, va de acuerdo con las asociaciones agrarias, o no, y pone al paisaje como gran valor.