El Consejo Regulador de la D.O. Calificada Rioja desea transmitir a la opinión pública su valoración sobre la solicitud de baja en la Denominación de Bodegas Artadi y las presuntas motivaciones aducidas por la firma ante los medios de comunicación.
Ante todo hay que lamentar la decisión de Artadi en la medida que supone una renuncia unilateral a lo que representa el valor añadido y fondo de comercio que significa la Denominación de Origen Calificada Rioja, un valor innegable del que la bodega ha sido partícipe durante toda su andadura. Evidentemente, a partir de ahora sus vinos ya no llevarán el nombre de Rioja ni serán controlados y certificados por su Consejo Regulador.
Al margen de lo que esta firma pueda representar, sorprende que después de haber adquirido notoriedad tanto por su propia labor como también indudablemente por su pertenencia a Rioja, el mismo proyecto deje de servir de manera repentina a sus intereses. Todo ello sin haber podido conocer de primera mano las verdaderas motivaciones que han conducido a esta decisión, ya que las declaraciones formuladas por los responsables de la firma tanto en prensa como en foros públicos nunca se han traducido en planteamientos concretos que identifiquen los factores que le incomodan.
Hay que lamentar también que por toda justificación se difundan críticas sutiles a una Denominación cuyo éxito, con errores y aciertos, es innegable. No parece de recibo que se esgrima la meditación de una decisión para pasar después a denigrar la misma Denominación en la que se ha cimentado la trayectoria de la bodega, generando el escenario propicio para que voces interesadas pongan el acento en supuestas disidencias que pretenden alentar posibles escisiones o para que otros efectúen descalificaciones demagógicas.
La voluntad del Consejo por conciliar intereses es y ha sido patente a lo largo del tiempo, como bien conoce esta bodega, que fue pionera en la mención de subzonas en la designación de procedencia de sus vinos. Como evidencia la propia historia de esta Denominación, todo es susceptible de evolución, sobre todo si es para mejorar. Por ello resulta sorprendente que, cuando actualmente se están planteando en el seno del Consejo propuestas que pretenden un reconocimiento diferencial para vinos singulares en función de su procedencia, con especial atención al viñedo, los responsables de Artadi no hayan querido participar en los debates o al menos esperar a sus resultados, salvo que sus intereses pretendan otros objetivos.
Conviene recordar una vez más que son las organizaciones de viticultores y bodegueros que conforman el Consejo Regulador las que toman las decisiones mayoritariamente, pensando en la mejor manera de preservar sus intereses económicos y su patrimonio.
Finalmente, confirmar que el Consejo Regulador ha procedido a adoptar de inmediato las medidas oportunas para llevar a término las consecuencias de la baja comunicada y seguirá velando con ahínco para que los casi 400 millones de botellas que Rioja comercializa anualmente sigan siendo un referente de los vinos de calidad a nivel mundial.