Los Servicios Técnicos del Consejo Regulador, que coordinan el proceso de calificación, han destacado la gran calidad de los vinos de la cosecha 2019.
El Consejo Regulador de la DOCa Rioja ha otorgado la valoración oficial de ‘EXCELENTE’ a la cosecha de 2019 que, tras completar el ciclo vegetativo con una maduración óptima de la uva, ha terminado dejando resultados extraordinarios.
El Pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja ha otorgado la valoración oficial de ‘EXCELENTE’ a una cosecha 2019 que había despertado altas expectativas y que, sin duda, pasará a la historia como una de las grandes añadas de Rioja.
La situación sanitaria y vegetativa del viñedo fue durante toda la campaña excelente y el estado de los racimos, sueltos, bien aireados y acompañados del moderado vigor de las plantas, permitió obtener uvas de excelente calidad. En valoración de Pablo Franco, director del Órgano de Control del Consejo Regulador, “el año estuvo marcado por la estabilidad en la evolución del viñedo, no exento de ciertas incidencias muy locales, producidas por fenómenos meteorológicos de poca transcendencia a nivel general”. Esta situación se hizo más evidente durante el mes de septiembre y se confirmó así una vendimia totalmente escalonada por zonas y en la que la buena meteorología permitió, a su vez, que fuese muy selectiva, obteniéndose rendimientos muy moderados y uva de excelente calidad.
Esta valoración de ‘EXCELENTE’ (en Rioja la cosecha no se calificaba así desde el año 2011) es la conclusión de un riguroso y transparente procedimiento de calificación consistente en el análisis y la cata de la totalidad de los vinos elaborados que van a salir al mercado. La evaluación parte desde los propios depósitos de fermentación donde los técnicos del Consejo han recogido las más de 4.500 muestras que han sido posteriormente catadas por un panel de 150 profesionales. En total, 267,27 millones de litros de la cosecha 2019 han obtenido el derecho a la certificación como vinos amparados por la DOCa Rioja (22,11 millones de litros de blanco, 12,50 millones de litros de rosado y 233,08 millones de litros de tinto).
Evolución del ciclo vegetativo
La campaña se inició con un invierno con pocas precipitaciones, lo que originó una brotación algo más débil de lo normal. Los pámpanos tuvieron un menor crecimiento en la primera fase del ciclo debido a un mes de abril con días poco luminosos, temperaturas relativamente bajas y débiles precipitaciones hasta casi final de mes. Los muestreos de racimos por cepa realizados a comienzo del ciclo indicaron un menor número en términos comparativos, que hacía aventurar un volumen de cosecha moderado.
Durante el mes junio se intensificaron las lluvias, pasando a registrar valores por encima de la media. Este aumento de precipitaciones en el momento de la floración dio lugar, de manera general, a un cuajado de frutos más irregular. A los ya moderados valores de fertilidad y numero de racimos de los que partíamos, se sumó un menor número de bayas por racimo después de la floración, lo que ha favorecido una campaña de producción moderada junto a un sobresaliente estado sanitario, factores claves a la hora de alcanza la máxima calidad.
Tras el temprano ‘cierre oficial’ de vendimia el 15 de octubre, la cantidad recolectada en la cosecha de 2019 en la Denominación de Origen Calificada Rioja se situó en torno a 385 millones de kg de uva, una cosecha que puede considerarse muy moderada, un 20% menor que la del año 2018. La producción total de uva tinta fue de 342 millones de kg y de 43 millones de kg la de uva blanca, que se distribuyeron a razón de 187 millones de kilos elaborados en las bodegas de la zona de Rioja Alta, 109 en la zona de Rioja Oriental y 89 en la zona de Rioja Alavesa.
Vinos tintos muy estructurados y aptos para envejecer
Con motivo de otorgar la calificación ‘’EXCELENTE’ a la cosecha 2019, el Pleno del Consejo Regulador ha subrayado la extraordinaria maduración de la uva, muy especialmente en el tanino, tal como refleja el informe elaborado por los Servicios Técnicos del Consejo, que coordinan el proceso de calificación de los vinos. Un tanino redondo y muy sedoso que ha marcado los vinos tintos desde su elaboración, que sorprende muy gratamente por manifestarse tan tempranamente y especialmente por tener estas sensaciones en vinos de alta carga polifenólica como los de este año, donde los IPTs nos definen unos vinos altamente estructurados, con colores intensos, muy aptos para envejecer.
Cabe a su vez destacar la consolidación de tonos más claros en el color de los vinos rosados, con una expresión aromática predominante hacia notas más florales. Concluye este resumen el director del Órgano de Control afirmando que “los vinos blancos son muy expresivos, destacando su gran volumen en boca, en línea con lo visto en los tintos,” y que “se pone también en valor la apuesta por las variedades autóctonas y la gran evolución de la calidad de sus elaboraciones”.
No hay duda de que, según el comportamiento del viñedo y a su vez lo descubierto en los vinos, la cosecha 2019 será ‘LA cosecha’. Una añada que refleja la verdadera maestría en el manejo de los tiempos por parte de los viticultores y bodegueros riojanos.