50 aniversario de la asociación bodeguera Grupo Rioja, piedra angular en la construcción del modelo de Denominación
Texto: Javier Pascual
La asociación bodeguera Grupo Rioja celebra el 50 aniversario de su fundación por parte de las 27 bodegas que entonces vendían sus vinos en el mercado exterior. El denominado ‘Grupo de Ordenación Comercial de los Exportadores de Vino de Rioja’ se creó con el fin de aprovechar los incentivos fiscales con que el Estado español pretendía fomentar la exportación a finales de los años sesenta. Representaba el punto y seguido de una tradición asociativa centenaria que evidencia la capacidad demostrada históricamente por el sector vitivinícola riojano para organizarse y vertebrar la defensa sus intereses. En cada etapa histórica, las sucesivas organizaciones que han venido agrupando a las principales bodegas han liderado la configuración del modelo Rioja y han sido la locomotora de esta Denominación.
Esta trayectoria asociativa tuvo su primer hito en la creación del Sindicato de Exportadores de Vinos de la Rioja en 1907, al que dio continuidad la Asociación de Exportadores de Vinos de la Rioja constituida en 1919, ambas con domicilio social en Haro e integradas por una quincena de las que actualmente son prestigiosas bodegas, pioneras en impulsar la gran proyección que los vinos de Rioja han alcanzado en los mercados internacionales. Pero más allá de este objetivo, sus estatutos indicaban que su finalidad era “la prestación, mediante la espontánea y voluntaria e indisoluble unión de sus miembros, del concurso mutuo de los asociados en todos los aspectos de su vida de relación, con vistas a la defensa y mejora de sus intereses sociales y económicos”. Una declaración de principios que se tradujo, por ejemplo, en la participación tan activa que tuvo aquella asociación pionera en impulsar el mayor hito de esta Denominación, como fue su propia creación en junio de 1925. Del mismo modo que el actual Grupo Rioja ha seguido siendo la piedra angular de la construcción del modelo Rioja, impulsando las principales decisiones estratégicas de las últimas cinco décadas.
Grandes hitos
La primera de estas decisiones estratégicas fue invertir las ayudas del Estado a la exportación mediante desgravación fiscal en campañas de promoción genérica de la marca Rioja en los principales países consumidores. Las inversiones tuvieron continuidad tras la desaparición de los incentivos fiscales con motivo de la incorporación a la Unión Europea en 1986 y a partir del año 2002, en que el Consejo Regulador tomó el relevo al Grupo de Exportadores en la gestión de las campañas, los fondos dedicados a la promoción de la marca Rioja sumaron también la participación del sector viticultor, incrementándose de forma muy notable en la última década.
La decisión de promover la creación de las categorías de envejecimiento de los vinos de Rioja fue otro de los hitos fundamentales en la historia de la Denominación, ya que a partir de su implantación en 1980 han sido su principal signo diferenciador y un baluarte de su prestigio y expansión comercial en todo el mundo. El Grupo de Exportadores dio el primer paso de esta iniciativa con una solicitud presentada en 1973 al Consejo Regulador para crear la primera contraetiqueta que diferenciara los vinos criados en barrica.
El tercer hito más significativo fue la lucha por conseguir el reconocimiento de Calificada para la D.O. Rioja (abril de 1991), como correspondía al superior desarrollo que esta Denominación había alcanzado respecto al conjunto de los vinos españoles. Paralelamente a ello se asumió la supresión de las exportaciones de vinos a granel, haciendo obligatorio el embotellado en origen para la comercialización de vinos de Rioja. El paso del tiempo ha permitido valorar el gran acierto y visión de futuro de quienes adoptaron esta decisión, difícil en su día, pero con repercusión muy positiva en el desarrollo de Rioja.
Entrados ya en el nuevo milenio, tras veinte años de debates (periodo habitual en Rioja para la toma de grandes decisiones) se crea la Organización Interprofesional del Vino de Rioja, que implica un cambio sustancial en el modelo de representación del sector en el Consejo Regulador y en la forma de gestionar la Denominación. El poder de decisión se vincula al valor de la comercialización en el caso de la representación bodeguera y a la superficie de viñedo en propiedad en el caso de los viticultores. Pero se establece un criterio que requiere un gran consenso por parte de ambos subsectores para la toma de decisiones, exigiéndose un 75% de los votos para aprobar los acuerdos. Un elemento corrector que refuerza el componente social de la organización.
De la mano de la Interprofesional llegó también el Plan Estratégico de Rioja 2005-2020, que marcó la hoja de ruta para convertir la Denominación en un referente entre las regiones vinícolas más importantes del mundo. Impulso a los vinos blancos con la autorización de nuevas variedades por primera vez en la historia de la Denominación, mayor internacionalización de las bodegas y desarrollo del enoturismo son algunos de los ejes estratégicos que han venido desarrollándose. Las más recientes innovaciones han sido la creación de las nuevas indicaciones ‘Vinos de Viñedos Singulares’ y ‘Vinos de Municipio’, así como la incorporación de Espumosos de Calidad a los productos amparados por la Denominación.
Relevancia económica y social
Unos pocos indicadores bastan para entender cual es el peso específico de la principal asociación bodeguera en el sector vitivinícola en particular y en la economía riojana en general. Pero como afirma Íñigo Torres, actual gerente del Grupo, detrás de esos grandes números (75% de la comercialización de Rioja) hay mucho más que economía pura y dura, “hay una amplia tipología de bodegas, desde las familiares a los grandes grupos empresariales, y hay sobre todo personas, familias, que nos permiten hablar de una relevancia social muy importante para una región tan pequeña como esta, ya que nuestras bodegas compran un 70% de la producción amparada de uva a más de 11.000 viticultores de forma directa o indirecta a través de las cooperativas y emplean a más de 2.700 personas, lo que permite fijar población en núcleos rurales y garantizar el reparto de la riqueza entre todos los eslabones de la cadena”.
¿Cual es el secreto del éxito de los mejores vinos más allá del gusto, del terroir y del marketing? Era la pregunta a la que respondían18 expertos internacionales reunidos en 2012 por el NEOMA Business School en Francia. El resultado de la investigación –“que ha analizado casos de todo el mundo, incluyendo los de las exitosas regiones de Champagne y Rioja”- concluía: “Además de la calidad organoléptica del vino, la alianza estratégica entre profesionales de un sector local, una gobernanza fuerte e implicada, y el “efecto clúster” son los elementos clave del éxito”. Sin duda, la trayectoria asociativa que representa el Grupo Rioja de forma paradigmática, ha constituido un factor clave en el éxito de esta Denominación.