La región vitivinícola americana del condado de Santa Bárbara, California, y las denominaciones francesas de Burdeos y Borgoña/Chablis han sido las últimas firmantes de la Declaración Conjunta para proteger el nombre de los orígenes geográficos de los vinos, una iniciativa global que pretende asegurar la protección de los nombres geográficos vitivinícolas y evitar el abuso y la confusión a los consumidores. Los representantes de las 19 regiones vinícolas que forman parte de la coalición se han reunido en Champagne el 27 y 28 de marzo. Las dos denominaciones españolas que la integran, Rioja y Jerez, estuvieron representadas por José Luis Lapuente y César Saldaña, director general y secretario respectivamente de los consejos reguladores de ambas zonas.
«La atención alrededor de la protección de los nombres geográficos ha ido creciendo en los últimos años. La suma de estas regiones prominentes lo corrobora», dijo Linda Reiff, presidenta y consejera delegada de los Napa Valley Vintners, uno de los firmantes fundadores de la Declaración. «Mientras todos nosotros podemos competir en el mercado, a través de la iniciativa de esta Declaración queremos dejar muy claro el planteamiento común de que la protección de los nombres geográficos pretende la mayor satisfacción del consumidor».
Para el director general del Consejo Regulador de la D.O.Ca. Rioja, José Luis Lapuente, “formar parte de esta coalición supone estar en sintonía con las mejores regiones vitícolas del mundo, en un contexto económico cada vez más globalizado, que requiere de un planteamiento común de que nada caracteriza un vino como su origen”.
La reunión de la Coalición llega en un momento en el que existe un considerable impulso a nivel global para proteger los nombres geográficos de origen vitivinícola y la solicitud de etiquetados verdaderos y justos. Recientemente el gobierno canadiense actualizó su normativa para requerir que todos los vinos etiquetados como Champagne procediesen realmente de Champagne, Francia. En 2013 las autoridades chinas reconocieron formalmente los nombres de Napa Valley y Champagne, de manera que prohíben el uso indebido de estos nombres.
“Las etiquetas de los vinos necesitan reflejar la realidad de las regiones de las que el vino procede y los consumidores deben ser protegidos de los que pretenden defraudar las características esenciales que hacen que todos estos vinos sean únicos. La evolución y crecimiento de nuestra industria vitivinícola descansa en la protección de sus nombres”, dijo Fabien Bova, director general del Consejo Interprofesional de Vino de Burdeos (CIVB).
Al suscribir la Declaración Conjunta, sus miembros coinciden en que los nombres de los orígenes geográficos de los vinos son un elemento fundamental para que los consumidores identifiquen la especificidad de cada vino, en conexión directa con la especificidad de su región de origen y por ello deciden trabajar conjuntamente para conseguir el conocimiento necesario y abogan por asegurar que los nombres de los orígenes geográficos de los vinos sean protegidos y respetados. Desde las regiones vitivinícolas líderes hasta los grupos que defienden los derechos de los consumidores y los propios consumidores habituales, cada vez se alzan más voces para la protección de los nombres de los orígenes geográficos de los vinos.
La ‘Declaración para la Protección del Origen y los Nombres de Procedencia de los Vinos’ se firmó en el Valle de Napa en 2005 y cuenta actualmente con la adhesión de Borgoña/Chablis, Burdeos, Champagne, Chianti Classico, Jerez-Xérès-Sherry, Long Island, Napa Valley, Oregon, Paso Robles, Oporto, Rioja, condado de Santa Barbara, condado de Sonoma, Victoria, Tokaj, Walla Walla Valley, estado Washington, Wilamette Valley y Western Australia.