El control de maduración permite a los viticultores determinar la fecha idónea de vendimia en cada localidad y optimizar así la calidad de los vinos elaborados.
El Consejo Regulador de la D.O. Ca. Rioja ha comenzado el control de la maduración de la uva este pasado lunes día 24 en las áreas más tempranas de la Denominación (subzona de Rioja Baja y varias áreas de Rioja Alta y Alavesa), constatando como principal conclusión que el viñedo presenta un óptimo estado vegetativo y sanitario, lo que, a fecha actual, transmite unas sensaciones muy positivas respecto a las expectativas cualitativas de la cosecha 2015.
El Boletín de Maduración elaborado por el Consejo con los resultados de los análisis de las muestras recogidas ofrece también como conclusiones significativas una evolución correcta de la maduración, así como un adelanto de unos diez días respecto a las dos cosechas anteriores, pero que se situaría en lo que venían siendo las fechas habituales durante la década anterior. El pasado 20 de agosto se inició puntualmente la vendimia de nuevas variedades blancas (chardonnay, sauvignon blanc y tempranillo blanco), cuya recolecta a fecha 25 de agosto representaba una cantidad de apenas 25.000 kg. Hasta la primera semana de septiembre no es previsible que se realice la recogida de uva tinta en algunos viñedos muy tempranos.
El Consejo extenderá al conjunto de la Denominación la semana próxima este control de maduración, un importante servicio que permite a los viticultores determinar la fecha idónea de vendimia en cada localidad y optimizar así la calidad de los vinos elaborados.
Dada la diversidad climática que presenta Rioja, para la toma de muestras se subdivide el territorio de la D.O. en 20 zonas vitícolas, coincidiendo la variación con su orografía y con la gradación progresiva de la altura del valle del Ebro, cuyas cotas van de 300 a 700 m. Los 55 viñedos ‘testigo’ se han elegido teniendo en cuenta su grado de representatividad de la zona en que se ubican, tomándose en cada uno de ellos 100 bayas de 33 cepas diferentes (dos bayas son del hombro y una del ápice de cada racimo).
El Boletín de Maduración especifica la localidad y paraje en que ha sido tomada cada una de las muestras, dato que sumado al de variedad, altitud y año de plantación del viñedo ‘testigo’ permite al viticultor establecer una comparación con sus propios viñedos en función de su ubicación y características. Los parámetros analizados son los que, al alcanzar el equilibrio idóneo entre sí, permiten determinar el momento óptimo de madurez de la uva: peso de la uva, grado alcohólico probable, acidez total tártrica, pH, ácido málico, potasio, índice de polifenoles totales, antocianos e intensidad colorante.