Nacida en Francia en el año 1954 como una marca de calidad con la que distinguir aquellos establecimientos que destacan por su hospitalidad y su carácter singular, Relais & Châteaux es hoy en día una de las asociaciones hosteleras más prestigiosas del mundo. Sus establecimientos, muy diferentes entre sí, comparten sin embargo una serie de valores comunes como son: ubicaciones muy especiales, un rico legado histórico y cultural, la integración con el entorno en que se ubican, el compromiso con el medio ambiente, la calidez y el esmero en el servicio o la atención personal de los hosteleros que los regentan.
Valores que Relais & Châteaux también reconoce en la entrega de premios que tiene lugar en el marco de su congreso anual. En su última edición, celebrada en Londres, el hotel Echaurren, miembro de la asociación desde 2014, se alzó con el trofeo Heritage, una categoría patrocinada por la firma relojera Blancpain, conocida por representar la transmisión de técnica y conocimiento a lo largo del tiempo. Y es que el establecimiento de Ezcaray, ubicado en La Rioja y dirigido por la quinta generación de una de las grandes sagas hosteleras de nuestro país, es uno de los máximos exponentes de la preservación del legado familiar, del pasado como fuente inagotable de inspiración para las nuevas generaciones y de la confluencia de tradición e innovación.
El afán por conservar el patrimonio es lo que más se ha valorado a la hora de otorgar al establecimiento la distinción Blancpain Heritage. “Durante más de un siglo hemos demostrado lo mucho que nos importan el valor de la familia, la visión largoplacista del negocio, los sabores transmitidos por nuestros antepasados y el libro de recetas de nuestra madre. Hemos ampliado la oferta culinaria y renovado el hotel con un nuevo diseño, pero sin perder de vista en ningún momento la filosofía que nos inspira desde el origen —afirma la propiedad—. Para nosotros, el cuidado y el respeto son las claves que rigen el día a día; cuidado y respeto no solo hacia el producto y los productores, sino también hacia el equipo y los clientes que vienen de diversas partes del mundo. Nuestras tradiciones han perdurado durante cinco generaciones y tenemos la convicción de que las próximas también se ocuparán de hacerlo con amor y responsabilidad».
Actualmente, Echaurren da nombre a una compañía profesionalizada e integrada por un equipo de más de cuarenta personas que ocupan diferentes funciones, dado que, según apunta Francis, “nuestros espacios no son compartimentos estancos”.