Texto y foto: Antonio Egido
El Museo del Vino de Aldeanueva de Ebro ha sido el escenario para la presentación y cata de los primeros Riojas de la añada 2019 de esta localidad y Denominación, así como el nombramiento del cocinero Ventura Martínez como nuevo “Amigo del vino de Aldeanueva”. El alcalde de la localidad, Ángel Fernández, recordó que los primeros vinos de esta Denominación se presentan siempre en esta localidad no “porque nuestros bodegueros sean más hábiles o más inteligentes, que lo somos” sino porque en esta zona de la Denominación es donde se inicia la vendimia y por ello son los primeros que pueden presentar sus vinos. Se refirió a Ventura Martínez, “que tiene mucha semejanza con nosotros, con los viticultores y bodegueros” porque es una persona joven y emprendedora, recordando que debemos poner en valor “nuestras peculiaridades, las que nos enseñaban nuestros abuelos”, animando a todos los presentes a seguir “el camino correcto que es nuestro trabajo” para ponerlo en evidencia en el buen hacer, y convertir esta zona en privilegiada pues las personas “son las que hacen las zonas”, son las que hacen cambiar la vida de los demás.
Eva Hita, consejera de Agricultura, recordó que Ventura Martínez es un excelente “prescriptor de la gastronomía y los vinos de Aldeanueva”, al tiempo de nombrar este acto como “herramienta para impulsar y prestigiar la labor de las personas, de los ayuntamientos, de las bodegas que con su trabajo y su saber hacer promocionan y posicionan a los pueblos de nuestra Comunidad en el lugar que merecen, siendo siempre referentes por sus vinos, su gastronomía y su cultura”, para finalmente agradecer el esfuerzo de los 14.800 viticultores y 600 bodegas de La Rioja.
Ventura Martínez comenzó su discurso indicando que “no sé si sois los más listos, pero sí los más trabajadores” para recordar las inversiones que se han hecho en esta zona, así como el trabajo por la innovación, recordando que ahora es fácil ser amigo de los vinos de la Aldea por la calidad “extraordinaria” que tienen, pero hace veintitantos años, que fue cuando él empezó en esto, “maridar con los vinos de la Aldea suponía que te llamaran loco”. Dio valor a la uva que se ha tenido en esta zona de La Rioja lo que ha dado “vinos diferentes” con características diferentes, porque también el terruño es diferente, confesando que ha probado “gracianos aquí que ríete lo que se está haciendo ahí arriba”, e indicó que si bien “en la viña no os tienen que enseñar absolutamente nada, en el tema de comercialización si hay que moverse un poquito”. Concluyó sus palabras citando tres cosas que hay que tener en enología: personas, vinos y gastronomía y afirmó que “tenemos uvas, tenemos las bodegas y tenemos la gastronomía”, ahora solo nos falta añadir a ellas, el enoturismo.
Javier Fernández Fernández, enólogo de Bodegas Corcel y Fincas Montote, indicó que la cosecha 2019 “no será recordada por su cantidad pero sí por su calidad” indicando que “estamos ante una excepcional añada”. Recordó que el 21 de agosto se comenzaron a recoger las variedades blancas y que el 5 de septiembre las tintas “y las grandes inversiones en riego nos han ayudado a que esta vendimia viniera en unas fechas más o menos habituales”. Habló de racimos sueltos, con un grano pequeño de tamaño pero ideal de sanidad, con tratamientos en la viña menor de lo habitual y la madurez fenólica y la alcohólica en su punto. Elaboraciones “sin sobresaltos que han permitido alargar las maceraciones tras la fermentaciones alcohólicas” con colores de vinos de capa alta, y grados también mayores de lo habitual, para concluir que “se podría decir que serán vinos con una gran capacidad de envejecimiento”, anunciando una cosecha “que será recordada durante años”
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