Los primeros descubes de la cosecha 2019 de Rioja apuntan a “vinos equilibrados, con gran intensidad aromática y muy buena extracción de color, así como una estructura notable, típica de los vinos más tradicionales de Rioja, con un buen potencial para envejecer”. Es la primera valoración que realiza el Consejo Regulador sobre una cosecha que ha venido despertando altas expectativas de calidad y que “podría ser recordada como un año memorable para la historia del vino de Rioja”, asegura el director del Órgano de Control, Pablo Franco.
Aunque admite que aún es pronto para avanzar resultados, «las primeras impresiones sobre la calidad obtenida son muy esperanzadoras”. Lo atribuye Pablo Franco a “una alineación de factores que harían de esta añada algo único: un menor vigor en el viñedo, con racimos menos compactos y uvas de menor tamaño, junto a un sobresaliente estado sanitario han sido claves a la hora de garantizar la máxima calidad”. Según el informe del Consejo, las condiciones vegetativas han sido extraordinarias durante todo el ciclo, sin contratiempos climatológicos importantes, con lluvias en los momentos más oportunos y con unas condiciones meteorológicas óptimas a lo largo de la vendimia y muy especialmente en el mes de octubre.
Además, Pablo Franco destaca igualmente como otra de las razones para alcanzar estos excelentes resultados “el importante esfuerzo que han realizado los 14.800 viticultores y 600 bodegas de la Denominación, además del operativo de más de 200 técnicos y auxiliares de vendimia que trabajan en el Consejo Regulador”. “El desarrollo escalonado de la vendimia en las tres zonas de producción ha permitido llegar a los ciclos de maduración sin solapamientos, facilitando así la selección y la entrada de uva en las bodegas en condiciones óptimas”, aclara Pablo Franco, para quien “la añada reflejará la maestría en el manejo de los tiempos por parte de los viticultores y bodegueros riojanos”.
A la vista de los primeros descubes de los vinos recién elaborados, desde el Consejo Regulador se destaca el equilibrio entre ph, acidez y alcohol, a pesar de que las altas temperaturas de los últimos días de vendimia aceleraron la maduración, remontando algo el grado alcohólico. Junto con su “buenísima definición aromática”, se subraya especialmente la buena estructura que presentan y consecuentemente “su potencial para envejecer”, lo que permite afirmar que “los vinos de este año prometen”.
Tras el temprano ‘cierre oficial’ de vendimia el pasado 15 de octubre en la DOCa Rioja, el balance provisional es de una cosecha un 20% menor que la del pasado año 2018. Con muy pocos viñedos aún pendientes de vendimiar, la cantidad recolectada a fecha 22 de octubre ha sido de 385 millones de kg de uva, de los que 342 son de uva tinta y 43 de uva blanca.