Texto: Javier Gracia Leria / Gran Maestre
La Cofradía ha seguido realizando actividades de muy distinta índole durante el segundo trimestre del año, que resumimos en esta crónica: catas, tertulias, conferencias, presentaciones de libros, catas para extranjeros de visita en La Rioja, asistencia a capítulos de otras cofradías gastronómicas y vínicas, visitas por el Logroño vitivinícola, etc. Por no poder relatarlas aquí con detalle, me centraré en tres que han sido las de mayor prestigio y representación para la Cofradia, es decir, el nombramiento como Cofrades de Honor del Centro Riojano de Madrid y de Paradores, así como la celebración del Día del Cofrade.
Un importante número de cofrades acudimos al Centro Riojano de Madrid para la investidura de éste como Cofrade de Honor. El Centro es la referencia, el espejo y el reflejo de nuestra tierra, La Rioja, en Madrid. Fundado en 1901, permanece joven y lleno de energía. Siempre renovado y creativo, genera y facilita cualquier tipo de expresión cultural. Su programación anual irradia nobleza y sensibilidad, es Centro de acogida y promueve el hermanamiento. De carácter cosmopolita y universal, todos en él son bienvenidos. Estoy convencido que este acto de investidura ha significado un honor para el Centro Riojano de Madrid, pero también añadiré inmediatamente que la Cofradía del Vino de Rioja se siente muy honrada al hermanarse con los socios del Centro e investirlo Cofrade Honor representado por su presidente, el jarrero José Antonio Rupérez.
Ese día comenté que, no recuerdo donde, leí que un reloj de sol tenia grabado en su base de mármol un lema que decía: “Sólo mido los días bonitos”. Eso fue este día, un día bonito, un día para celebrar. Y como reza el eslogan mundial de nuestro Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja: “A veces la vida te obliga a tomar decisiones, pero la más valiosa es ‘saber quién eres’. Y cuando ya lo sepas….., celébralo pidiendo un Rioja y alza la copa por los que eligen ser fieles a sí mismos”. Brindamos por los riojanos del Centro Riojano de Madrid y los riojanos de aquí, con la Cofradía del Vino de Rioja.
Milenario de Santo Domingo
La Ciudad de Santo Domingo de la Calzada celebra este año el milenario del nacimiento de su fundador Domingo Garcia, así que era obligada la visita de la Cofradía del Vino. Acudimos primero para celebrar nuestro VI Día del Cofrade y después para nombrar a Paradores Cofrade de Honor de nuestra Cofradía. Y lo hicimos en un día muy especial, el 1 de mayo en el que se reparten por toda la ciudad gratuitamente los “molletes del Santo”, un pan con muy poca levadura que tiene estampada la figura del Santo patrón, no se come y los calceatenses lo guardan de un año para otro en sus hogares como símbolo de protección.
Con la compañía del Alcalde y Cofrade de Mérito, Agustin Garcia Metola, nos dirigimos en comitiva al salón de plenos del Ayuntamiento donde el propio alcalde nos explicó las características de este día, de la vida de Santo Domingo y la celebración del Jubileo que la Iglesia ha concedido por el Milenario del Santo. Después de unas breves intervenciones y la entrega de un diploma de reconocimiento a los cofrades que han cumplido 25 años en la Cofradía, nos dirigimos a la Catedral para obtener el Jubileo. Dentro de ésta y siempre guiados por Agustín García, él mismo se encargó de explicarnos el retablo y las obras realizadas en la tumba del Santo. En la misma Plaza del Santo, frente a la Catedral, nos dirigimos al Parador para efectuar el nombramiento de Cofrade de Honor. A las autoridades asistentes, además del Alcalde de Santo Domingo, se incorporó el Delegado del Gobierno en La Rioja, José Ignacio Pérez, la Consejera de Desarrollo Económico e Innovación del Gobierno de La Rioja, Leonor González Menorca, y Francisco Martínez Aldama, senador por La Rioja. Estuvo también presente el Presidente del Centro Riojano en Madrid, José Antonio Rupérez, último Cofrade de Honor investido y, por supuesto, Oscar López, presidente de Paradores, en cuya representación recibió el nombramiento.
Desde sus inicios en 1928, Paradores ha sabido convertirse por méritos propios en referencia de su sector. Sus 97 establecimientos distribuidos por toda la geografía peninsular han sido y siguen siendo hoy en día, sinónimo de calidad, atención al cliente y acierto en la elección para quien acude a sus instalaciones. Desde siempre Paradores puede ostentar con orgullo el mérito de ser una de las instituciones pioneras en la conservación y difusión del patrimonio artístico y cultural de nuestro país. Esta labor de restauración, difusión y mantenimiento de dichos edificios merece de por sí el mayor reconocimiento de cualquier español que ame su propia historia, su propia cultura y, en definitiva, su propia tierra.
Pero además, Paradores es también una referencia nacional en el sector de la restauración. Muchos de sus establecimientos ostentan merecidamente ser considerados referentes gastronómicos en los lugares donde están ubicados. Y en cualquier restaurante que se precie, lo sabemos, ha de estar presente el vino de Rioja. Paradores también lo sabe y, como no puede ser de otra manera, los vinos de Rioja figuran en todas sus cartas. La enorme difusión que esta presencia supone para nuestro producto es de un valor incalculable. Añadiendo este hecho a los méritos de tipo cultural, el nombrar a Paradores Cofrade de Honor no es más que un humilde homenaje por nuestra parte a una institución merecedora de nuestra más alta consideración. Y que Paradores haya aceptado este nombramiento y poder contar con la presencia de su presidente para recibir su investidura en nombre de la institución, es un hecho que nos honró y supuso una enorme satisfacción para nuestra Cofradía.
Después del brindis de rigor por el nuevo cofrade, realizado por el Director del Parador de Santo Domingo de la Calzada, José Antonio Marchena, nos dirigimos al Parador Bernardo de Fresneda, en esta misma ciudad y ubicado en el antiguo Convento de San Francisco, un edificio herreriano del siglo XVI donde celebramos un almuerzo de confraternización con todos los cofrades.
Para terminar, no puedo dejar de citar dos actos que nos han dejado honda huella por su emotividad: la lectura del Pregón, que efectué en nombre de la Cofradía, en la III Fiesta de la Cebolla Asada en la localidad riojana de Herce, y la distinción que el Día de La Rioja recibimos en la Casa de La Rioja en Guipúzcoa de manos de su presidente, Jesús María García, premiando así la relación y las colaboraciones que llevamos a cabo ambas instituciones.
Artículo publicado en el nº228 de La Prensa del Rioja
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