La Universidad Internacional de La Rioja ha acogido la mesa redonda Abriendo el mundo del vino con blockchain. El encuentro, que ha sido moderado por la directora del grupo de investigación InES de UNIR, Pilar Morales, ha contado con la participación de Rosa Ortuño, experta en protección de datos y CEO de OptimumTIC; José Hidalgo, consultor en enología y viticultura, y Mike Barrow, líder del proyecto OPENVINO.
Hace más de dos décadas Internet llegó para cambiar el mundo. Hoy, el blockchain que, tal y como ha explicado la experta de UNIR Pilar Morales durante la introducción a esta tecnología, permite compartir información y contenido sin intermediarios, así como dar el salto al “internet del valor”.
Sin embargo, aunque el blockchain empezó siendo una tecnología utilizada en la transacción de un valor monetario, actualmente es mucho más. El blockchain “nos está sirviendo para aportar seguridad a toda aquella información en los procesos en los que el blockchain intervine” ha asegurado la docente de UNIR antes de augurar que, en el futuro, esta tecnología podrá usarse para firmar un contrato, votar en unas elecciones, acceder a nuestro historial médico o conocer la procedencia de todo lo que consumimos.
Para la investigadora, “el bockchain está abriendo una sociedad para que sea más equitativa, veraz y transparente”. Y un ejemplo de esta apertura es Mike Barrow, uno de los primeros empresarios en el mundo del vino que ha aplicado la tecnología blockchain y ha hecho uso de los tokens.
Informático y productor de vino, tal y como se define, este estadounidense, propietario de la bodega Costaflores, de Mendoza (Argentina), ha logrado que su cosecha de vinos del 2018 se haya vendido en una ICO (Initial Coin Offering).
Durante su exposición en UNIR, Barrow ha explicado al público asistente la transparencia de todas las actividades de la cadena de valor en la producción de sus vinos, así como la extrema trazabilidad y la determinación del precio de sus vinos por parte del mercado.
Tras la exposición de Barrow ha tomado la palabra Rosa Ortuño, CEO de OptimumTIC . Experta en protección de datos, Ortuño ha manifestado cómo garantizar la seguridad y la integridad de la información desde la cepa hasta las botellas.
Después de mostrar un mapa en tiempo real de ciberataques, ha asegurado que estos se producen fundamentalmente por un tema reputacional, ya que “cada vez más la información se usa para hacer daño a compañías y, sobre todo, se roban datos para dañar a esas personas”. Una tendencia que va en aumento.
Ortuño ha manifestado que en el mundo del vino también hay datos sensibles (localización de un pago, información del viñedo o datos de recolección) que está considerado como una categoría especial y que hay que securizar- hacer que un ordenador o una operación realizada por internet sean seguros.
Por ello, para la CEO de OptimumTIC es necesario que las empresas hagan una revisión de la privacidad desde el inicio del proyecto.
Por último, ha sido el consultor en enología y viticultura, José Hidalgo Togores, el que ha tomado la palabra para explicar a los asistentes la trazabilidad del vino, que puede ser de dos tipos. Técnica- lo que obliga la ley (sanidad, agricultura…)- y comercial- los consumidores pueden opinar-.
“Yo le veo un futuro terrible al mundo de la trazabilidad y todo lo que se ha dicho en la mesa redonda. Pero creo que habría que elegir bien qué parámetros se pueden monitorizar para que esto responda a la verdad del vino”, ha asegurado el reconocido experto. Hidalgo ha manifestado, además, la importancia de la “trazabilidad de los vinos de colección, aquellos que tienen un precio importante”.