Un equipo del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (Gobierno de La Rioja, Universidad de La Rioja, CSIC) ha desarrollado la primera investigación mundial sobre la interacción entre los genomas de una planta y de un ácaro –concretamente la araña roja, Tetranichus urticae- y ha identificado una molécula que resulta mortal para esta plaga que afecta a más de 150 cultivos y provoca daños por valor de 1.000 millones de dólares cada año.
La molécula ‘indol-3-glucosinolato’ está presente en la planta objeto de la investigación genómica, la Arabidopsis thaliana, y en otras como el brócoli, y tiene la cualidad de no ser tóxica para los humanos. Los glucósidos son moléculas compuestas por un glúcido (generalmente monosacáridos) y un compuesto no glucídico. Los glucósidos desempeñan numerosos papeles importantes en los organismos vivos. Muchas plantas almacenan los productos químicos importantes en forma de glucósidos inactivos; si estos productos químicos son necesarios, se hidrolizan en presencia de agua y una enzima, generando azúcares importantes en el metabolismo de la planta. Muchos glucósidos de origen vegetal se utilizan como medicamentos.
Los resultados de la investigación han sido presentados en el artículo ‘Reciprocal responses in the interaction between Arabidopsis and the cell-content feeding chelicerate herbivore Tetranychus urticae’ publicado por la revista Plant Physiology Review de la American Society of Plant Biologists.
El equipo de investigación, liderado por la investigadora Vojslava Grbic, está formado, entre otros, por Miodrag Gbric, Marie Navarro, Marc Cazaux y Cristina Rioja, en el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (Gobierno de La Rioja-CSIC-Universidad de La Rioja) y la Universidad de Western Ontario (Canadá), entre otros centros. Esta investigación fue financiada por Genoma Canada y Ontario Genomic Institute.
La mayoría de los estudios genéticos moleculares dirigidos a la defensa de las plantas a plagas se ha centrado hasta ahora en los insectos. Sin embargo, los ácaros también son plagas que producen múltiples daños en las hojas de las plantas, favorecidos en los últimos años por el calentamiento global. Por otro lado, también se ha comprobado que ha aumentado su resistencia contra los acaricidas siendo capaces de generar nuevas resistencias cada 2-4 años. Los resultados de esta investigación demuestran, por primera vez, que la interacción genómica entre la planta Arabidopsis thaliana y el ácaro Tetranychus urticae es una fórmula eficaz de lucha biológica, que evita el uso de pesticidas y fitosanitarios, contra este tipo de plagas.
FOTO: Vojislava Grbic, investigadora principal