La publicación recoge 36 variedades recuperadas, preservadas y estudiadas en La Rioja, además de otras 3 suficientemente conocidas
La Consejería de Agricultura, del Gobierno de La Rioja ha editado el libro “Variedades minoritarias de vid en La Rioja”, que recoge los resultados del análisis ampelográfico y la caracterización genética de 36 variedades de vid en esta Comunidad, así como de tres más suficientemente conocidas. Los autores de esta publicación son el doctor en Enología por la Universidad de La Rioja (UR), Pedro Balda y el catedrático de Viticultura de la misma Universidad además de investigador del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV), Fernando Martínez de Toda.
Texto: Antonio Egido
El origen de este volumen está en la tesis que realizó Pedro Balda hace varios años y de la que Fernando Martínez de Toda fue su director de tesis, y nació con el objetivo de preservar la riqueza del patrimonio genético vitícola de la región de La Rioja.
Además los autores se han valido del banco de germoplasma del ICVV en el que, por primera vez, se han realizado vinificaciones de todas las variedades para identificar sus características enológicas y sensoriales. Hasta el punto de que de cada una de las variedades minoritarias locales recuperadas se detallan su origen y antecedentes, las particularidades morfológicas, su comportamiento vitícola, características enológicas, su descripción sensorial, aromática y gustativa, además de incluir de cada una de ellas fotografías de las hojas –de su haz y envés– racimo, bayas, así como del ápice.
Según el estudio y sus autores, algunas variedades como el tempranillo royo, ha mostrado aptitudes enológicas muy interesantes para la elaboración de vinos espumosos, categoría recientemente aprobada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja. Otras, como la moristel, ha resultado muy interesante para su cultivo frente al cambio climático, o la cinsaut, que muestra un buen comportamiento frente a la sequía. Entre las variedades estudiadas, los autores se acaban inclinando por la uva tinto velasco que es una de las mejores valoradas y a la que ven con mejores posibilidades de futuro.
Pedro Balda, ingeniero agrónomo por la Universidad de Lérida, doctor en Enología por la UR y actualmente coordinador del módulo de Viticultura del Máster de Viticultura y Enología de la Fundación de la Universidad de La Rioja, ha comentado que este trabajo se ha iniciado realmente en el viñedo para continuar en la bodega siguiendo el proceso de elaboración y caracterización de los vinos, lo que ha posibilitado conseguir unos resultados muy satisfactorios, por lo que piensa que con el imprescindible apoyo del sector, se podrán seguir recuperando algunas variedades nuevas.
Fernando Martínez de Toda, viticultor, doctor ingeniero agrónomo y catedrático de Viticultura en el área de Producción Vegetal de la Universidad de La Rioja, por su parte, ha destacado la importancia de poder contar con información precisa sobre el comportamiento vitícola y enológico de las variedades minoritarias para poder afrontar mucho mejor cuestiones como el cambio climático, la resistencia a determinadas enfermedades o la perdida de diversidad de los vinos.