Palabra de ‘influencer’
Meritxell Falgueras, la comunicadora e ‘influencer’ detrás de @winesandthecity, anima a los nuevos consumidores a conocer el territorio y ver cómo la gente vive la vid y la viña, porque los vinos reflejan a quienes los hacen
Texto: Mirian Terroba
redaccion@laprensadelrioja.com
Hablar de vino no es solo cuestión de catas y maridajes, sino también de historias, emociones y una conexión genuina con quienes lo disfrutan. Meritxell Falgueraslo sabe bien. Quinta generación de una familia dedicada al vino, creció entre botellas y viñedos, compartiendo esta pasión con su hermano en el Celler de Gelida, la boutique de vinos en Sants que este año cumple 130 años. “El vino ha sido siempre parte de mi familia”, afirma, pero su historia no se ha quedado solo en la tradición, con los años, ha convertido esta herencia en una misión: comunicar el vino de forma cercana, divertida y accesible para todos.
Entre copas, micrófonos y ‘followers’
Gracias al vino ha tenido una carrera prodigiosa en los medios de comunicación, reconoce. Comenzó hace más de 25 años junto al comunicador y gastrónomo Jordi Estadella en la radio, y desde entonces ha dejado huella en la televisión, participando en programas de Prime Time con Xavier Sardà y recorriendo pueblos con El Terrat en las tardes de TV3.
Su capacidad de conectar con la gente y su estilo desenfadado la han convertido en una referencia para quienes buscan aprender sobre vino de una manera diferente. Su gran revolución ha llegado con las redes sociales, donde afirma haber encontrado su espacio para conectar con nuevas generaciones de amantes del vino.
A través de su cuenta de Instagram @winesandthecity, ha logrado crear una comunidad vibrante, donde comparte conocimientos, experiencias y su visión única del vino como un estilo de vida. Con un enfoque fresco y lleno de humor, está transformando la comunicación vinícola, demostrando que aprender sobre vino puede ser emocionante y accesible. “Estamos sedientos de información comunicada con una sonrisa. Cada vez que vaciamos una botella la llenamos de sentimientos”.
Como comunicadora, tiene claro el impacto de las redes sociales en la difusión de la cultura del vino. “Soy una enamorada de las redes sociales. Ellas me han permitido hacer el contenido que quería sin pasar por filtros de jefes que querían siempre hablar de vinos de la misma manera”, explica. Su enfoque fresco y cercano ha conseguido llegar a un público más joven y diverso.
Además, destaca cómo las redes han cambiado la forma en que los consumidores se acercan al vino. “La educación de los nuevos consumidores es como una prensa de ropa, que cuando ven el vino en una terraza cogido por alguien con un look determinado, se crea todo un mundo parecido a la publicidad pero más real y cercano”.
«Rioja es sinónimo de calidad
para cualquier winelover del mundo,
es su mayor éxito”.
Más allá de las redes sociales, considera que la prensa especializada seguimos jugando un papel crucial en el sector. “Rigor, profundidad, sabiduría y saber muy bien quién es quién”, resume. Una visión que destaca la importancia de la credibilidad y el conocimiento en un mundo donde la información fluye a gran velocidad.
Más allá de los tintos: la diversidad de Rioja
De los vinos de Rioja destaca la uva tempranillo que “siempre tiene esa nota a pimienta y fruta roja con notas maduras en nariz que en boca resulta fresca, con un paladar tenso que refleja su carácter. El hecho de que la zona ya sea sinónimo de calidad para cualquier winelover del mundo es su mayor éxito”.
Ha sido testigo de la evolución de la percepción de los vinos de Rioja, tanto en España como a nivel internacional. “Al haber estudiado en Francia, Italia, Estados Unidos y UK, he podido comprobar cómo a lo largo de los años ha ido mejorando mucho el posicionamiento de nuestros vinos. Es verdad que a veces creo que Rioja, en los últimos años, se ha centrado más en la internacionalización que en el mercado nacional”, reflexiona.
“Los rosados de Rioja en los hoteles
que asesoro en Ibiza y Marbella son lo más.
Y como sumiller siempre me han interesado
esos blancos minerales de viura de tan largo recorrido”
Cuando se le pregunta por recomendaciones imprescindibles de Rioja, no duda en compartir una experiencia personal. “En el año 2000 dejé la universidad, a la que volví y acabé estudiando el doctorado, para hacer la vendimia en Artadi (sí, sí, ya sé que ahora no forma parte de la DOCa, pero en ese momento sí). Con mi padre, de pequeña íbamos muchísimo a Haro, a Briones, a Laguardia, a Logroño. Adoro a la familia Muga y para mí los vinos representan también a las personas que los hacen”.
Aunque tradicionalmente Rioja ha sido conocida por sus tintos, Meritxell Falgueras destaca la creciente calidad de otros estilos dentro de la región. “Los rosados de Rioja en los hoteles que asesoro en Ibiza y Marbella son lo más. Y como sumiller siempre me han interesado esos blancos minerales de viura de tan largo recorrido”, comenta. Esta diversidad refleja la evolución de la Denominación, que sigue explorando nuevos caminos sin perder su esencia.
Para quienes se inician en el mundo del vino, su consejo es claro: “Tienen que ir y ver cómo la tierra es de la gente y cómo la viven. Y ‘of course’, cómo la maridan”. Una invitación a descubrir el vino desde la experiencia y la cercanía, alejándose de la imagen elitista que a veces lo rodea.
Mujeres y vino: un reto pendiente
A pesar de los avances en la industria, la igualdad de género sigue siendo un desafío. Como parte del colectivo Mujeres del Vino, ha trabajado para dar visibilidad y apoyo a las profesionales del sector. “Gracias a mi gran amiga Anne Josephine Cannan, que fundó Mujeres del Vino, me ayudó a resurgir de la depresión posparto pidiéndome que la ayudara en la comunicación. Somos un colectivo que nos ayudamos las unas a las otras y que intentamos hacer que las mujeres que trabajan en las bodegas sean las protagonistas”.
«¿Por qué las bodegas
hablan tanto de sostenibilidad
y no de feminismo?”
Su próximo libro, el sexto de su carrera, profundiza en este tema. “Este otoño saldrá mi sexto libro sobre Mujeres del Vino y es el que más me ha costado hacer. En él profundizo sobre el tema con un estudio de cómo están y se sienten las mujeres en el mundo del vino… y pone los pelos de punta. La verdad es que la industria del vino aún tiene que ponerse mucho las pilas en cuestión de igualdad. No basta con tener una mujer enóloga, sino ver cómo concilia su empresa. ¿Por qué las bodegas hablan tanto de sostenibilidad y no de feminismo?”.
Además de sus libros de divulgación y su popular podcast, se ha lanzado a la novela con Cátame. Wines and the City. “Me costó atreverme a publicar novela porque siempre ha sido mi gran sueño. Con Cátame consigo hablar de vino como estilo de vida y es un libro que me está dando grandes alegrías. Y hasta aquí puedo leer”, concluye.
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