El Descorche de La Prensa del Rioja
Texto: Javier Pascual, director
Si convenimos en que es de bien nacidos ser agradecidos, este año 2025 se presenta una ocasión magnífica para que la industria auxiliar del vino y las empresas del sector vitivinícola riojano conmemoren conjuntamente el centenario de la creación de la Denominación de Origen reconociéndose mutuamente su valiosa aportación al éxito alcanzado.
Aunque se habla poco de ello, el ‘efecto clúster’ es uno de los factores que explican el éxito de las regiones vitivinícolas con mayor reconocimiento mundial, entre las que incluimos a la DO Ca Rioja sin ningún tipo de duda. Desde la creación de la Denominación en 1925, no solo ha crecido exponencialmente el prestigio de sus vinos, sino principalmente el peso de la actividad en la economía de la región (por encima del 20% del PIB según el Plan Estratégico de Rioja 2005-2020). Contaba por supuesto en la suma el complejo agroindustrial que conforma el clúster del vino Rioja integrado por instituciones, administraciones públicas, proveedores de servicios, equipamientos y productos de toda índole para la viña y las bodegas. Eso sin mencionar el impacto económico del sector en muchas otras áreas de la actividad productiva o la permeabilidad que la cultura del vino tiene en toda la sociedad riojana.
Al esfuerzo colectivo de viticultores y bodegueros se han sumado instituciones tan relevantes como la Estación Enológica de Haro desde 1892, la facultad de Enología de la Universidad de La Rioja desde 1996 y el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino desde 2008, que han sido un auténtico ‘laboratorio de ideas’ donde se han gestado las bases científicas de la vitivinicultura riojana. De igual modo, la industria auxiliar ha desempeñado un papel crucial en la búsqueda de la excelencia mediante el desarrollo del conocimiento. El avance tecnológico del sector debe mucho al trabajo investigador de un buen número de empresas auxiliares. Desde la modernización de la producción vitícola con la incorporación de herramientas digitales para la viticultura de precisión, hasta el desarrollo de maquinaria de elaboración y sistemas de control de calidad o barricas que respetan y potencian el carácter del vino.
La industria auxiliar ha sido un motor silencioso pero esencial. Ha sabido interpretar las necesidades del sector, pues no se trata solo de innovar, sino de hacerlo con sentido, en consonancia con los valores que caracterizan a Rioja. Lo hemos sabido bien quienes también formamos parte de ese ‘clúster’ del vino y, desde el ámbito de la comunicación, hemos contribuido con nuestros servicios a la construcción de la imagen de marca que los vinos de Rioja se han labrado en el mercado internacional.
La feria ENOMAQ, a la que nuestra revista La Prensa del Rioja no ha faltado durante las cuatro últimas décadas, ofrece un escenario perfecto para que bodegueros, viticultores y representantes de la industria auxiliar brinden en esta ocasión irrepetible por el centenario de la DOCa Rioja. Un brindis de reconocimiento mutuo para que, con la colaboración de todos, Rioja siga marcando el camino de la innovación y de la excelencia, el camino del éxito.
*Publicado en nº250 de La Prensa del Rioja
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