Irene Bonilla, responsable de campo de la bodega, destaca que el consumidor puede tener la seguridad que el vino procede de un sistema de producción sostenible y respetuoso

 

Viñedos del Contino, situada en Laserna (Rioja Alavesa), se ha convertido en la primera bodega española en obtener el certificado ZERYA, que garantiza la ausencia de residuos de fitosanitarios en sus uvas. Este distintivo marca un hito en la sostenibilidad vitivinícola, asegurando que los frutos cumplen con los estándares más exigentes de calidad y respeto ambiental.

El logro es fruto de un proceso iniciado en 2022, que incluyó prácticas agrícolas sostenibles, controles biológicos y un uso racional de productos fitosanitarios. Irene Bonilla, responsable de campo de CVNE, grupo la que pertenece Viñedos del Contino, destaca el esfuerzo técnico detrás de este avane. “Para el equipo técnico supone un gran esfuerzo por la novedad que implica y por el hecho de que son muy pocas las bodegas que trabajan con el objetivo de esta certificación”.

Bonilla también subraya los beneficios para los consumidores y el medio ambiente porque “gracias a este sello, el consumidor puede tener la seguridad de que el producto que ingiere está libre de químicos, además de proceder de un sistema de producción sostenible y respetuoso con el medio ambiente, pilar fundamental en las políticas de CVNE.” Además, señaló que este avance es solo el inicio, ya que el próximo objetivo será certificar también los vinos elaborados en la bodega.

El sistema de producción de residuo cero no prohíbe el uso de pesticidas, pero sí controla los momentos de aplicación en función de su tipología, la curva de degradación que tienen y su modo de actuar. Eso, explica Irene Bonilla, “nos permite evitar la excesiva frecuencia de tratamientos que implican otros sistemas, pero asegura, mediante muestreos y analíticas amplias y rigurosas, que nuestros frutos están limpios y libres de pesticidas”.

Entre las iniciativas de sostenibilidad de Viñedos del Contino destacan la instalación de corredores biológicos, hoteles de insectos, nidos para aves, sensores de humedad y paneles solares.

Desde su fundación en 1973, esta bodega ha sido pionera en conceptos como el ‘single vineyard’ y la elaboración de vinos monovarietales de graciano. Con la certificación ZERYA, da un paso más hacia la excelencia y sostenibilidad, reafirmando su compromiso con la calidad y el medio ambiente.

 

 

 

 

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