Alfredo Ibisate, presidente del Comité Organizador de una feria que ofrecerá del 11 al 13 de febrero un escaparate de las últimas tendencias tecnológicas e innovaciones, reivindica el papel de la industria auxiliar en la evolución del mundo del vino
Texto: Mirian Terroba / redaccion@laprensadelrioja.com
El Salón Internacional de Maquinaria, Técnica y Equipos para vitivinicultura, olivicultura e industria cervecera, ENOMAQ, regresa del 11 al 13 de febrero de 2025 en Feria de Zaragoza como la cita ineludible para los profesionales de estos sectores estratégicos. Bajo el lema ‘La esencia que nos une’, ENOMAQ y sus salones paralelos -E-BEER, OLEOMAQ, TECNOVID y OLEOTEC- ofrecerán un escaparate de las últimas tendencias, avances tecnológicos e innovaciones destinadas a enfrentar los desafíos sectoriales.
Cuatro ediciones al frente del Comité Organizador
Alfredo Ibisate, presidente del Comité Organizador de ENOMAQ desde 2016, destaca el crecimiento constante del certamen durante sus cuatro ediciones. “El salón ha evolucionado positivamente en expositores, superficie y visitantes, consolidándose como el referente para estas industrias”, afirma. El Comité, compuesto por cerca de 20-25 empresas y colectivos representativos de los sectores de la uva, el olivo y la cerveza artesanal, trabaja incansablemente para mantener a ENOMAQ como una plataforma de excelencia.
La edición 2025 refleja una notable dinámica comercial: el 88% de los expositores de 2023 han confirmado su participación, mientras que nuevas empresas representan un 10% de los inscritos. Más de 800 marcas -cifra que aumentará en las próximas semanas- de 28 países se darán cita, reforzando el carácter internacional del salón. “A pesar de las incertidumbres que afectan a los sectores vitivinícola, oleícola y cervecero, ENOMAQ y sus salones asociados atraviesan un momento positivo. TECNOVID y OLEOTEC también destacan por su crecimiento, subrayando la importancia de las tecnologías agrícolas vinculadas”, señala Ibisate.
“La industria auxiliar está obligada a evolucionar
de la misma manera que lo hace
la industria a la que auxilia,
que sin ella no podría avanzar.
Todos hemos sido testigos de se han hecho
verdaderos esfuerzos por innovar
y ser más sostenibles”
El impacto de ENOMAQ va más allá de las bodegas y los viticultores, ya que es un punto de encuentro clave para la industria auxiliar. “Sin esta industria auxiliar, las principales —viña/vino y olivar/aceite— no podrían evolucionar. ENOMAQ es una plataforma para presentar novedades y avances en maquinaria, equipamiento y consumibles que marcan las tendencias del sector”, explica el presidente. Además, resalta que la influencia del certamen trasciende fronteras, siendo un referente para países del arco mediterráneo, Portugal y el norte de África. “Es una cita obligada para los profesionales de estos sectores ya que es el momento en el que se presentan novedades o pequeñas evoluciones en toda la industria auxiliar que, acompañado de una serie de charlas y conferencia complementarias, dan una visión general de las nuevas tendencias”.
Innovación y sostenibilidad en el epicentro de la industria vitivinícola
El cambio climático y la evolución en los hábitos de consumo representan retos cruciales. “La industria auxiliar, por el hecho de ser auxiliar, está obligada a evolucionar de la misma manera que lo hace la industria a la que auxilia. Todos hemos sido testigos en los últimos años como la industria principal y la industria auxiliar han hecho verdaderos esfuerzos en producir tanto máquinas, que es lo que yo más conozco, más sostenibles y eficientes, tanto durante su propia fabricación como durante su vida útil, es decir, en todo su ciclo de vida. También en los productos auxiliares se han desarrollado productos con notable reducción de huella de carbono, libres de agentes químicos y más ligeros y respetuosos con el medio ambiente”, apunta Ibisate.
“En lo relativo a la caída de consumo -continúa- estamos en un momento crucial y por ello la industria del vino está haciendo grandes esfuerzos por acercar a otro público potencial al consumo de vino y por atender las nuevas demandas ligadas a la salud -con vinos más fáciles, vinos desalcoholizados- o en nuevos formatos de envases, como por ejemplo la lata de aluminio, que permitan llegar a un tipo de consumidor que hasta ahora no lo encontraba interesante o que limitaba su consumo a determinados momentos y situaciones”.
Suscríbete gratis a nuestro boletín.¡Pincha aquí!