El Descorche de La Prensa del Rioja
Texto: Javier Pascual, director
Una oferta dinámica y diversificada anima el panorama de Rioja en los prolegómenos de la celebración del centenario de la denominación. Resulta una tarea ardua reflejar en pocas líneas la compleja realidad que caracteriza a la producción vinícola de la DOCa Rioja del Siglo XXI. Espoleada por la necesidad de superar la evolución negativa del mercado en el último lustro, la región vinícola más antigua de España y con mayor potencial empresarial sigue contando como mejor activo con un valioso capital humano que ha asumido su papel de liderazgo. Frente a quienes esperan sentados a la puerta el cambio de viento, lamentando su mala suerte, han asumido que toca remar contracorriente. Toca reinventarse, porque la innovación es siempre un revulsivo eficaz. En feliz expresión acuñada por el MW español Pedro Ballesteros “la capacidad de Rioja para reinventarse sin perder su alma ha sido uno de sus activos más importantes”. Innovar en la tradición se le llamó durante muchos años. Es el espíritu de los nuevos y de los viejos tiempos, es el espíritu del vino.
El estilo de ‘vinos finos’ hacia los que Rioja orientó su producción en la segunda mitad del Siglo XIX contribuyó a que se convirtiera en la primera denominación de origen española. El paso de gigante que dio la enología en los años setenta y ochenta del pasado Siglo XX abrió las puertas a otra fase más creativa, que tuvo como punto de apoyo imprescindible la gran transformación que ha experimentado la viticultura en los comienzos de este Siglo XXI. Fruto de esa creatividad ha llegado una nueva generación de vinos que se distinguen por transmitir la emoción, la magia y todo aquello que nos hace percibir en otra dimensión a los mejores vinos del mundo. Es la creatividad que solo las personas, los profesionales del sector, pueden aportar para marcar la diferencia entre unos y otros vinos, entre el desarrollo de unas y otras regiones vinícolas. Una creatividad que se nutre del conocimiento, del saber hacer, que en Rioja tiene raíces ancestrales.
Algunos de los prescriptores internacionales más reputados han coincidido en valorar como excelente el momento que atraviesa la vitivinicultura riojana. La calidad de los vinos de Rioja está en su punto más alto y se están haciendo los mejores tintos y blancos de la historia centenaria de esta región. Entre las tendencias de futuro que apuntan estos expertos, destacan el auge de los vinos blancos, los vinos de viñedos singulares y de variedades minoritarias (garnacha, mazuelo, graciano, maturana…), así como la producción de un volumen cada vez mayor de vinos ecológicos. A todo ello se suman las iniciativas de una nueva generación cuyos proyectos se inspiran en conceptos tan tradicionales como el origen y el terruño, el patrimonio vitícola heredado y la conservación de su diversidad genética. La revisión de conceptos vitivinícolas que se ha producido en los primeros años del Siglo XXI tendrá seguramente efectos de gran calado y se percibirá mejor con la perspectiva del tiempo.
*Publicado en nº249 de La Prensa del Rioja