La región mantiene sus ocho estrellas Michelin, repartidas entre seis restaurantes que destacan por su creatividad, respeto al producto y compromiso con la tradición
La Rioja se consolida como la región española con más estrellas Michelin por habitante y ha reafirmado su lugar entre los grandes destinos culinarios del mundo tras la gala de la Guía Michelin 2025, celebrada en Murcia. Aunque este año no se añadieron nuevas distinciones, la región retiene con orgullo sus ocho estrellas Michelin, repartidas entre seis restaurantes que destacan por su creatividad, respeto al producto y compromiso con la tradición, a través de propuestas que van desde la cocina de vanguardia hasta la reinterpretación de la tradición
El Portal del Echaurren, con dos estrellas, y Venta Moncalvillo, con otras dos, son los pilares de la alta cocina riojana. Francis Paniego marcó un antes y un después en 2004 al obtener la primera estrella para El Portal del Echaurren, que en 2013 también fue el primer restaurante de la región en lograr una segunda. Su propuesta, que fusiona creatividad y tradición, ha situado a Ezcaray como epicentro culinario de La Rioja.
Por su parte, Venta Moncalvillo, liderado por los hermanos Carlos e Ignacio Echapresto, combina sostenibilidad y excelencia en un pequeño rincón de Daroca de Rioja, el municipio más pequeño del mundo con una estrella Michelin. En 2022, lograron su segunda estrella y, además, ostentan una Estrella Verde, reflejo de su compromiso con la cocina sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Junto a los históricos, La Rioja cuenta con cuatro restaurantes más que han conquistado una estrella Michelin, cada uno con una personalidad única. Kiro Sushi, en Logroño, donde Félix Jiménez eleva la tradición japonesa con técnicas impecables y el dominio del arroz koshihikari; Íkaro, dirigido por Carolina Sánchez e Iñaki Murua, fusiona las raíces ecuatorianas, vascas y riojanas en una propuesta que desafía fronteras; Nublo, en Haro, liderado por Miguel Caño, redescubre la cocina tradicional a través del fuego y la brasa en un palacio del siglo XVI y Ajonegro, en Logroño, con Mariana Sánchez y Gonzalo Baquedano, destaca por su cocina de fusión mexicano-española, una experiencia única que honra el producto de temporada.
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