Según su presidente, la formación dentro de la Asociación de Enólogos de Rioja tiene varios objetivos clave que buscan tanto el desarrollo de los miembros como el fortalecimiento de la propia organización: facilita la mejora continua, la adaptación a cambios y crea un entorno en el que prosperar
“La formación es importante tanto a nivel individual como organizacional”, explica Alberto Alcantarilla, presidente de la Asociación Enólogos de Rioja (AER). A través de diversas actividades formativas que se reparten a lo largo del año, la asociación quiere así contribuir a la mejora de su formación científica y técnica fomentando un continuo reciclaje profesional de sus 454 miembros.
Alcantarilla destaca que estas actividades formativas “permiten el desarrollo de habilidades y competencias, adquiriendo nuevos conocimientos específicos; ayudan a la capacitación continua al mantener a los miembros actualizados sobre tendencias, normativas o conocimientos relevantes, asegurando que se adapten a los cambios; fomentan la cohesión y el trabajo en equipo porque también son una oportunidad para fortalecer la colaboración entre los miembros, mejorando la comunicación, y promueven la participación porque incentivan a los miembros a involucrarse más activamente en las actividades”.
La formación permite a las personas adquirir nuevas habilidades, conocimientos y competencias que son esenciales para su crecimiento. “Esto no solo les abre puertas a mejores oportunidades laborales, sino que también les permite desarrollar una mayor confianza en sí mismos y una mejor comprensión de su entorno” señala el presidente.
En un entorno laboral cada vez más competitivo y en constante cambio, la formación continua “es clave para mantenerse relevante. Las personas que se capacitan de manera regular tienen más oportunidades de acceder a mejores empleos o de adaptarse a nuevos roles o industrias. La sociedad y el mercado laboral están en constante evolución debido a factores como el avance tecnológico, las nuevas normativas o los cambios económicos. La formación permite que las personas se mantengan actualizadas y se adapten a esos cambios de manera eficaz, aumentando a la vez la productividad”.
En la asociación “contamos con una altísima participación de nuestros socios en todas las actividades que organizamos, lo que demuestra el gran nivel de compromiso de nuestros socios hacia la asociación” afirma.
Catas, ponencias y estudios
Si echamos un vistazo desde la vendimia de 2023, la AER ha organizado formaciones muy interesantes. Por ejemplo, la ‘Cata de Vinos de Viñedos Singulares de Rioja’ dirigida por el enólogo Roberto Rodríguez. La actividad contó con el enólogo y bodeguero Juan Carlos Sancha que habló sobre ‘El Viñedo Singular: un nuevo modelo de diferenciación basado en el Terroir’ y se cataron los vinos Cerro La Isa Blanco Eco 2021 con Juan Carlos Sancha; Finca Alto Cantabria Blanco 2021 con Antonio J. Orte; Tierra Fidel Blanco 2018 con Carlos Fernández; El Belisario Tinto 2019 con Carlos Fernández; Sínodo Los Tollos Tinto 2020 con Gorka Etxebarría y El Regalo Tinto 2020 con Roberto Vicente.
Esta actividad, organizada para los miembros de AER y alumnos de la Universidad de La Rioja, se repitió meses después con los miembros de la Asociación de Sumilleres de Rioja,
La nueva normativa de etiquetado también tuvo un hueco, en este caso en el Salón de Actos de la Bodega Institucional La Grajera de Logroño. En una jornada informativa, Carlos Pontón, responsable de Área del Servicio de Seguridad Alimentaria y Consumo, y María Leuza, Jefa de la Sección de Control de Calidad Alimentaria, ambos de Gobierno de La Rioja, facilitaron las claves de la información al consumidor en bebidas desde el punto de vista de la seguridad alimentaria y atendieron dudas sobre las nuevas disposiciones del etiquetado de vinos.
Adriana Laucirica organizó la Cata de Vinos Bisiestos II que celebró en el Aula de Cata del CCT de la Universidad de La Rioja para 30 asociados de la AER y para 16 alumnos de la asignatura de Análisis Sensorial del Grado en Enología, que cataron por retransmisión en directo de la actividad desde el aula espejo de la Universidad, acompañados del enólogo y profesor de la UR Antonio Palacios. En este estudio se cataron: Blanco Malvasía José Hierro de Bodegas El Grifo de Lanzarote; Blanco XCLNT Garnacha y Macabeo de Bodegas Care de Cariñena; Vino Naranja Moscatel José Hierro de Bodegas El Grifo de Lanzarote; Tinto Mencía Villa Otero de Toral de Bodega Cuatro Pasos (Martín Codax) del Bierzo; Tinto Milsetentayseis Tinto fino y albillo mayor de Pago de Carraovejas de Ribera del Duero y Tinto Tempranillo Matarromera Esencia de Bodegas Matarromera de Ribera del Duero.
Un viaje para conocer la D.O. Bizkaiko Txakolina y un curso sobre gestión del rendimiento en el viñedO organizado por Arprovi precedieron a una jornada técnica en la que la firma Foss, presentó sus nuevos equipos que en el Centro de la Cultura del Rioja de Logroño.
Laboratorios Excell Ibérica, que hace ya un tiempo han puesto el punto de mira en la actividad vitícola, concretamente en los análisis agronómicos así como en el desarrollo de métodos para cuantificar diferentes parámetros de interés, organizó para la AER una jornada dedicada al viñedo, los diferentes análisis disponibles y la utilidad de los mismos en la viticultura actual. Fue en el Salón de Grados del Edificio Científico-Tecnológico de la Universidad de La Rioja. Opale Chillou, responsable de Proyectos ‘Agrologie’ de Laboratoire Excell en Burdeos presentó análisis de las partes vegetales a lo largo del año: sarmientos, hojas y peciolos. Vincent Renouf, CEO Laboratoire Excell en Burdeos presentó la conferencia ‘Delta C13, una medida del estrés hídrico’. Antonio Palacios, gerente de Laboratorios Excell Ibérica en La Rioja habló sobre “Microbiología del suelo del viñedo”
Otro ejemplo de actividades desarrolladas con carácter formativo ha sido el Estudio de Percepción de TCA, en concreto del límite de percepción olfatométrico de 2,4,6-tricloroanisol en vinos que la AER realizó en colaboración con el Instituto Catalán del Corcho en la Sala de Catas de la Universidad de La Rioja.
Empresas colaboradoras, apoyo y sinergias
Las empresas colaboradoras juegan un papel fundamental para la asociación. “Son actores clave que, mediante su apoyo financiero, técnico y logístico, potencian el desarrollo de la asociación, mientras que, al mismo tiempo, obtienen beneficios en términos de imagen y responsabilidad social”, reconoce Alacantarilla. Suelen ofrecer apoyo económico a través de patrocinio y se generan sinergias beneficiosas para ambas partes ya que “pueden mejorar su imagen pública, mientras que la asociación se beneficia de la experiencia e incluso de sus bienes materiales en algunos casos”.
Además, “la colaboración con empresas de prestigio aporta legitimidad y credibilidad a la asociación, lo que puede facilitar la captación de nuevos socios y colaboradores”, concluye.
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