Los representantes de todas las organizaciones del sector vitivinícola riojano, que integran la Comisión Técnica del Consejo Regulador de la D.O. Calificada Rioja, han coincidido unánimemente en la necesidad de afrontar con tranquilidad y prudencia la situación planteada por la helada del pasado 28 de abril, adoptando estrategias racionales y aprovechando la experiencia acumulada históricamente, que permite confiar en una buena recuperación del viñedo. Es el principal mensaje que desde la Comisión se desea transmitir tanto al propio sector vitivinícola riojano como a los mercados, tras la reunión mantenida el 18 de mayo para analizar los efectos de una helada que afectó, con diversa consideración, a menos de un tercio del viñedo riojano, principalmente en determinadas áreas de las subzonas Rioja Alta y Rioja Alavesa.
Desde el mismo jueves 28 de abril, en cuya madrugada se produjo la helada, los Servicios Técnicos del Consejo Regulador han estado monitorizando todas las zonas afectadas con el fin de localizar y evaluar los daños, localización en la que también se está utilizando moderna tecnología de ‘teledetección’ (sistema GIS). Como primera conclusión de este seguimiento minucioso, la Comisión Técnica destaca el hecho de que la helada no ha sido uniforme, pues no todas las viñas se ven afectadas por igual dentro de una misma área, algo en lo que también inciden las peculiaridades de la orografía riojana.
Por otra parte, el grado de afectación final de la helada dependerá de la evolución que vayan experimentado los viñedos, algo en lo que permite confiar la experiencia histórica y, principalmente, la gran profesionalidad que han demostrado los viticultores riojanos, volcados desde el primer momento en la aplicación de técnicas que permitirán mitigar dichos efectos y favorecer una nueva brotación para que las viñas puedan recuperarse lo mejor posible.
En función de estos condicionantes, no solo es muy complicado realizar con precisión cualquier tipo de cuantificación de los daños producidos, sino que en todo caso requeriría un periodo de tiempo superior al transcurrido desde la helada. Además, como ha puesto de manifiesto la Comisión Técnica, cualquier valoración actual resultaría temeraria y meramente especulativa si se pretendiera extrapolar a los resultados finales de la vendimia 2017. Y como exige su imagen de rigor, seriedad y transparencia, el Consejo Regulador no incurrirá en este tipo de valoraciones de carácter especulativo.
Por último, la Comisión ha señalado que su mensaje de tranquilidad se basa en otra razón fundamental: el sector vitivinícola riojano dispone de un modelo organizativo dotado de los mecanismos adecuados para gestionar incidencias como la acontecida y minimizar los riesgos que podría suponer para el mantenimiento del equilibrio que desde hace más de quince años ha sido uno de los pilares fundamentales del desarrollo de la Denominación.
La Comisión Técnica del Consejo Regulador recomienda afrontar con tranquilidad los efectos de la helada, confiando en una buena recuperación del viñedo
Los representantes de todas las organizaciones del sector vitivinícola riojano, que integran la Comisión Técnica del Consejo Regulador de la D.O. Calificada Rioja, han coincidido unánimemente en la necesidad de afrontar con tranquilidad y prudencia la situación planteada por la helada del pasado 28 de abril, adoptando estrategias racionales y aprovechando la experiencia acumulada históricamente, que permite confiar en una buena recuperación del viñedo. Es el principal mensaje que desde la Comisión se desea transmitir tanto al propio sector vitivinícola riojano como a los mercados, tras la reunión mantenida el 18 de mayo para analizar los efectos de una helada que afectó, con diversa consideración, a menos de un tercio del viñedo riojano, principalmente en determinadas áreas de las subzonas Rioja Alta y Rioja Alavesa.
Desde el mismo jueves 28 de abril, en cuya madrugada se produjo la helada, los Servicios Técnicos del Consejo Regulador han estado monitorizando todas las zonas afectadas con el fin de localizar y evaluar los daños, localización en la que también se está utilizando moderna tecnología de ‘teledetección’ (sistema GIS). Como primera conclusión de este seguimiento minucioso, la Comisión Técnica destaca el hecho de que la helada no ha sido uniforme, pues no todas las viñas se ven afectadas por igual dentro de una misma área, algo en lo que también inciden las peculiaridades de la orografía riojana.
Por otra parte, el grado de afectación final de la helada dependerá de la evolución que vayan experimentado los viñedos, algo en lo que permite confiar la experiencia histórica y, principalmente, la gran profesionalidad que han demostrado los viticultores riojanos, volcados desde el primer momento en la aplicación de técnicas que permitirán mitigar dichos efectos y favorecer una nueva brotación para que las viñas puedan recuperarse lo mejor posible.
En función de estos condicionantes, no solo es muy complicado realizar con precisión cualquier tipo de cuantificación de los daños producidos, sino que en todo caso requeriría un periodo de tiempo superior al transcurrido desde la helada. Además, como ha puesto de manifiesto la Comisión Técnica, cualquier valoración actual resultaría temeraria y meramente especulativa si se pretendiera extrapolar a los resultados finales de la vendimia 2017. Y como exige su imagen de rigor, seriedad y transparencia, el Consejo Regulador no incurrirá en este tipo de valoraciones de carácter especulativo.
Por último, la Comisión ha señalado que su mensaje de tranquilidad se basa en otra razón fundamental: el sector vitivinícola riojano dispone de un modelo organizativo dotado de los mecanismos adecuados para gestionar incidencias como la acontecida y minimizar los riesgos que podría suponer para el mantenimiento del equilibrio que desde hace más de quince años ha sido uno de los pilares fundamentales del desarrollo de la Denominación.