El mundo del vino a sorbos

Disparadas las alarmas con la llegada de una no invitada helada a los viñedos de la Denominación de Origen Calificada Rioja –de la que todavía estamos esperando sus valoraciones pues no nos debemos precipitar dado que la vid es una planta muy fuerte que se recupera de casi todos sus males–, le hemos pedido a nuestro buscador que nos hable de los “males del viñedo”.

Texto: Antonio Egido

Y lo primero que encontramos hace referencia a las enfermedades del viñedo. Así leemos en ´plagasyenfermedadesvid.net´ que tiene como artículo más visitado el que hace referencia a la yesca, que “es una enfermedad conocida desde muy antiguo en los países donde se cultiva la vid. Solo se manifestaba en los ambientes más cálidos, pero actualmente ha sido detectada también en el Norte

¿Qué produce la yesca?

La yesca es una enfermedad parasitaria producida por hongos (Stereum hirsutum Per. y Phellinus igniarius Fr.) que penetran en la madera a través de heridas importantes producidas en la poda.

Durante la primavera, merced a la intensa circulación de agua por la cepa, se facilita su avance por la difusión de las encimas. Cuando las temperaturas se elevan con rapidez, los tejidos afectados no pueden compensar la intensa evapotranspiración y la parte de la vegetación afectada se marchita bruscamente (desequilibrio hídrico). Esta forma rápida se produce sobre todo en los terrenos arcillosos, profundos y frescos, mientras que la forma lenta se da en los suelos silícios o calizos…”. Aquí lo dejamos aunque se trata de un blog en el que no faltan ninguna de las plagas y enfermedades de la vid”.

 

Las siguientes páginas se refieren a las heladas, y nos quedamos con ‘urbinavinos.blogspot.com.es’ donde nos hacen diferencia entre la nieve y las heladas en el viñedo. Las primeras son positivas -“año de nieves, año de bienes”-, pero sobre las heladas leemos que “…es un fenómeno climático que consiste en un estado de frío intenso y descenso de la temperatura ambiente a niveles inferiores al punto de congelación del agua (por debajo de 0 °C) pudiendo congelarse el agua de la planta o incluso haciendo que el agua que está en el aire se congele depositándose en forma de hielo en las superficies. Según el momento del ciclo en el que ataquen a la viña, puede distinguirse entre heladas de primavera, heladas de otoño y heladas de invierno.

Aunque agronómicamente se considera que se está produciendo una helada en el campo, o en un viñedo, cuando la temperatura del aire, registrada en el abrigo meteorológico (es decir a 1,50 metros sobre el nivel del suelo), es de 0 °C. Aunque la temperatura de la superficie del suelo puede llegar a ser 3 a 4 °C menor que la registrada en el abrigo meteorológico. Desde este punto de vista de la sensibilidad de las plantas, no se puede considerar helada a la temperatura de 0 °C, ya que existen cultivos que sufren las consecuencias de las bajas temperaturas sin que ésta llegue a cero grados.

Algunas heladas pueden representar un problema grave para los viticultores pues pueden matar los tejidos de la planta y por tanto perjudicar a los brotes y a la formación del fruto, con el consiguiente impacto en el rendimiento y calidad del producto final. Los daños por heladas más severos son cuando ocurren tras el desborre (crecimiento de la yema). En cualquier caso, prolongadas temperaturas por debajo de los 0 °C no tienen por qué provocar deposiciones en el tronco, brazos o varas de la vid, si bien pueden causar la muerte de los tejidos de la planta”.

 

Y nos recuerda los efectos de las bajas temperaturas en la vid:

– A -0,5 ºC durante media hora en el estado de plena floración y fruto recién cuajado.

– A -1,1 ºC durante media hora pueden helarse las yemas en estado de punta verde.

– A -2,5 ºC de temperatura del aire se hielan los órganos herbáceos en una hora, en cualquier estación.

– De -8 ºC a -12 ºC en otoño son limitantes para los órganos vivaces y sufren daños a partir de -51 ºC.

– De -16 ºC a -20 ºC en invierno son limitantes, según la posición de órganos.

– A partir de -15 ºC sufren daños en reposo vegetativo, pudiendo aparecer a partir de -13 ºC en vides jóvenes. En el caso de vitis amurensis estas temperaturas deben ser inferiores a -25 ºC y -30 ºC.

Posibles daños producidos por heladas: la viña, como consecuencia de las temperaturas bajas, especialmente en primavera, entre los estados fenológicos B a F, sufre una serie de síntomas (brotes quemados, los pétalos secos, frutos que caen), sucediéndose las siguientes consecuencias:

– Se produce un debilitamiento de la actividad funcional disminuyendo la cinética de las reacciones enzimáticas, la intensidad respiratoria, la actividad fotosintética y la velocidad de absorción del agua.
– Existe un desplazamiento de los equilibrios biológicos frenándose la respiración, fotosíntesis, transpiración, absorción de agua y circulación ascendente.
– Finalmente se produce la muerte celular y la destrucción de los tejidos”.

A título informativo nos quedamos en ´articulos.infojardin.com´ donde nos citan otros males no causados por plagas y enfermedades, a los que dan el siguiente orden:

“1. Demasiado riego.
2. Falta de riego.
3. Calor, sequedad.
4. Heladas.
5. Viento.
6. Granizo.
7. Envejecimiento natural.
8. Juvenilidad.
9. Vecería o alternancia.
10. Carencias de nutrientes en la vid.
11. Exceso de nitrógeno.
12. Exceso de estiércol.
13. Suelo malo.
14. Suelo salino.
15. ¿Riegas con agua salina?
16. Daños en raíces por labrar.
17. Tratamientos fitosanitarios mal realizados.
18. Poda incorrecta.
19. “Enfermedad del suelo”.

Información, mucha información, que es la mejor forma de estar preparado para lo que nos llegue en un campo que depende totalmente de las variaciones climáticas.