Forma parte de una gama de vinos de Bodegas Zinio en los que aromas y sabores frutales son los protagonistas y que ahora han renovado su imagen
Lágrimas de María Cuvèe es la unión de uvas de diferentes variedades y cosechas de viñedos propios de más de 20 años, que se han combinado para crear un vino único y lleno de matices. Cada variedad, con su singular personalidad, emprende su propio proceso en bodega, ya sea en tanques de acero inoxidable o en barricas de roble. Según Bodegas Zinio, esta técnica busca preservar y resaltar las características únicas de cada tipo de uva. La expresión individual se entrelaza con la armonía colectiva, creando el cuvèe que será disfrutado como una obra maestra en la copa.
Es un vino rojo rubí de capa media alta, limpio y brillante, de intensos aromas a fruta fresca, predominando la fruta negra como las moras y las grosellas, perfectamente ensamblados con notas de tomillo, romero y pimienta. Se desliza por el paladar con suavidad, mostrándose elegante y equilibrado y dejando un recuerdo amable y goloso.
Según bodegas Zinio, la gama de vinos Lágrimas de María nació en el año 2008 con el deseo de estrechar lazos con los consumidores por medio de vinos elaborados con las variedades tradicionales de Rioja -viura, tempranillo tinto y tempranillo blanco-, pero con un estilo único y moderno donde los aromas y sabores frutales son los protagonistas. Son vinos frescos y elegantes, con raíces riojanas, afrutados y sin complejos para el consumidor actual.
Ahora, el cambio de imagen de los vinos Lágrimas de María marca un nuevo capítulo en la historia de esta marca. Desde el estampado de pata de gallo hasta la transformación de la gota en una gema deslumbrante, cada detalle ha sido cuidadosamente considerado para reflejar la excelencia y la innovación que caracterizan a estos vinos, afirma la bodega en su blog.