El proyecto, en el que participan el Gobierno de La Rioja y el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino, desarrolla el estudio, puesta en marcha y difusión de estrategias y prácticas vitícolas sostenibles de adaptación al cambio climático
El proyecto VITISAD, un consorcio franco-español en el que participan investigadores de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de la Rioja adscritos al Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino, ha resultado ganador del concurso nacional EuropaSeSiente, en su modalidad EuropaSeSiente ‘Verde’. El proyecto desarrolla el estudio, puesta en marcha y difusión de estrategias y prácticas vitícolas sostenibles de adaptación al cambio climático.
Para los investigadores riojanos de VITISAD, Luis Rivacoba Gómez, Enrique García-Escudero Domínguez y Sergio Ibáñez Pascual, el premio “supone un gran estímulo para continuar y mejorar la labor que todos los equipos de investigación desarrollan en el Instituto de las Ciencias de la Vid y del Vino”.
Este concurso ha sido convocado por la Dirección General de Fondos Europeos del Ministerio de Hacienda y Función Pública con el fin de dar visibilidad e incrementar la concienciación de los ciudadanos sobre los resultados y el valor añadido del apoyo de los fondos europeos en España, premiando a través de seis categorías distintas a proyectos que han recibido financiación por parte de fondos europeos de gestión compartida y que hayan sido relevantes por criterios de innovación, relevancia, contribución, transferencia, sinergias y resultados.
Proteger los viñedos de las amenazas del clima
VITISAD ha permitido poner en marcha distintas líneas de acción con el objetivo mantener la calidad de los vinos bajo estas condiciones ambientales, tratando de proteger a nuestros viñedos de las amenazas de un clima en ocasiones hostil.
Por su parte, Sergio Ibáñez ha relatado como la investigación en el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) se ha centrado en los clones de las variedades tempranillo y graciano. “Hemos visto como de una colección de clones y biotipos de germoplasma ubicada en La Grajera, tras varias preselecciones, hemos encontrado que, de los seis clones estudiados de cada variedad, hay dos, tanto de tempranillo como de graciano, que parece que tiene un potencial muy interesante de cara al cambio climático”, ha indicado
Todo el proyecto VITISAD ha estado ligado a la transferencia de los resultados, que cada vez cobra más importancia en investigación. En este sentido, el equipo investigador ha publicado la guía ‘Prácticas Vitícolas y Adaptación al Cambio Climático’ como resumen de todas las estrategias llevadas en el proyecto. “Es una guía sencilla, ágil, didáctica y visual que queremos que esté disponible para todo el sector”, ha señalado Sergio Ibáñez.
Durante de 32 meses, NEIKER coordinó este proyecto en el que participaron 5 socios dedicados a la investigación vitivinícola del suroeste de Europa: la Dirección General de Agricultura y Ganadería del Gobierno de la Rioja, la Dirección General de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra, la Cámara de Agricultura de los Pirineos Atlánticos y el IFV (Instituto Francés de la Viña y el Vino).
Esta cooperación transfronteriza se ha basado en la experimentación, la evaluación conjunta y el intercambio de experiencias sobre cinco prácticas correspondientes a diferentes estrategias de adaptación al cambio climático en los viñedos del territorio fronterizo entre Francia y España: optimización del agua de riego, empleo de cubiertas vegetales, reducción de la temperatura del racimo, control de la maduración de la vid y conservación de la variedad genética de la uva.