La adaptación de la cocina japonesa a los países vitivinícolas ha llevado a la exploración de maridajes creativos y fascinantes de estos platos con distintos vinos del mundo
Texto: Juan Carlos Sancha, Ingeniero Técnico en Industrias Alimentarias, Licenciado en Enología y Doctor en Viticultura y Enología
La gastronomía japonesa es conocida por su sofisticación, frescura y originalidad. Los platos japoneses, desde el sushi y el sashimi hasta la tempura y el nigiri, han conquistado los paladares de todo el mundo.
La gastronomía japonesa es una danza de sabores que se basa en ingredientes frescos y sabores delicados que resaltan la pureza de los alimentos.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo maridar la comida japonesa con vino? Aunque tradicionalmente se asocia la comida japonesa con el sake (una especie de vino de arroz de unos 14-16º de alcohol), la adaptación de la cocina japonesa a los países vitivinícolas ha llevado a la exploración de maridajes creativos y fascinantes de estos platos con distintos vinos del mundo.
El vino puede maridar bien con la comida japonesa, pero es importante recordar que los gustos son subjetivos y cada persona tiene sus preferencias individuales. Algunos comensales pueden seguir prefiriendo el sake tradicional, mientras que otros disfrutan de la aventura de explorar nuevas combinaciones con el vino.
A continuación, algunas propuestas para maridar diferentes estilos de vino con los diversos platos japoneses:
- Vino Blanco Seco: Un vino blanco seco y ligero, como una Viura o Albariño, puede maridar perfectamente con sushi y sashimi, ya que resalta la frescura del pescado y suaviza la acidez del vinagre de arroz.
- Espumosos Cavas, Corpinnat, Rioja y Champagne: son excelentes para realzar la experiencia de platos como el sushi de alta gama y el sashimi de mariscos más delicados.
- Vinos Rosados: especialmente aquellos con un perfil seco y afrutado pueden maridar con éxito con platos como tempura de camarones, resaltando su sabor y textura.
- Vino Tinto Ligero: una Garnacha o un Pinot Noir pueden armonizar con platos de nigiri. En esta misma línea encaja perfectamente un Gran Reserva de Rioja.
- Vino de Oporto o Jerez: Para platos con salsas más intensas, como el ramen, un vino de Oporto o un jerez pueden ofrecer una interesante experiencia de maridaje para muchos de estos platos japoneses.
Recientemente descubrí con asombro que un restaurante japonés de Logroño, personalmente creo que uno de los mejores de España por su exquisita gastronomía, había decidido no incluir la posibilidad de interpretar sus platos con cualquier bebida alcohólica.
Desde el máximo respeto a la libertad de cada cual para proceder en su casa como mejor considere, me asombra cuando menos que el propietario justifique la eliminación del vino de su menú en que distorsiona la realidad del momento y rompe el equilibrio. En definitiva, el vino no tiene cabida en la experiencia sensorial que busca.
Insistiendo en el respeto a esta decisión, personalmente considero un gran error que en una región donde nuestra historia está vinculada, entre otras cuestiones, al vino y a su cultura, los enamorados de la cocina japonesa no podamos disfrutarla acompañada de un buen vino o de un espumoso de calidad.
Le pediría a este grandísimo cocinero que reconsidere su decisión, ya que no hay mejor fusión que su excelente comida con un buen vino, que no nos prive de ese maravilloso maridaje.
Estas decisiones me crean un desasosiego. Me siento poco menos que un bárbaro incapaz de disfrutar de una comida japonesa y que pierde la concentración tras una segunda copa de vino. Personalmente sí me desconcierta un magnífico nigiri acompañado de agua o de té
En definitiva, la riqueza y la diversidad del mundo del vino ofrecen emocionantes posibilidades de maridaje con la deliciosa comida japonesa. Ya te inclines por el sake, por el vino o decidas probar ambos, creo que la clave está en explorar y disfrutar de la combinación de sabores que resalten la esencia única de cada plato y bebida.
Por último, mi máximo respeto también a aquellos que decidan maridar la comida japonesa con agua o té.
¡Salud y buen provecho!