Texto: Antonio Palacios García y Eduardo Leiva Rebollar de Laboratorios Excell Ibérica
La viticultura de precisión es una nueva forma de practicar la viticultura de manera más sostenible e inteligente, aplicando y haciendo únicamente los trabajos que sean necesarios sobre la viña, adaptando el trabajo y las labores según la idiosincrasia de cada parcela, ya que como es fácil de imaginar, no todas son iguales. Esta forma inteligente de organizar el trabajo vitícola, se puede practicar de muchas maneras, como por ejemplo disminuyendo las diferencias que existen en el vigor de una parcela para que la maduración y la calidad sean homogéneas o aprovechando las diferencias para hacer una vendimia selectiva y tener dos calidades diferentes, cada una de ellas para un estilo de vino. Si se consigue tener las parcelas clasificadas, esto supone poder manejar una información muy valiosa que permite tomar decisiones más acertadas y adecuadas al territorio.
¿Cómo detectar diferencias en el viñedo y manejar su calidad?
Se pueden seguir muchas estrategias distintas y hay una enorme versatilidad de herramientas para ello, pero un criterio para empezar a clasificar parcelas es su resistencia al estrés hídrico. El agua es un bien escaso que cada vez necesita mayor control y objetividad en su manejo. Esta técnica puede ayudar a diferenciar parcelas para realizar a cada una de ellas un manejo adaptado y expresar la máxima calidad el día de mañana en los vinos a elaborar.
Precisión mediante la medida del estrés hídrico:
Para medir estrés hídrico una de las formas es realizar muestreos por las parcelas en el periodo pre-vendimia y Excell Ibérica puede analizar del delta del carbono C13 (δ13C) directamente en las uvas o en el mosto para comprobar si esa parcela ha sufrido estrés hídrico durante el periodo de maduración. De esta manera, se puede generar un histórico de datos y realizar un manejo diferenciado bien adaptado a cada la parcela y de esta manera, minimizar los daños que puedan sufrir los viñedos durante el periodo de estrés hídrico.
¿Qué es el δ13C?
El delta del carbono C13 es una medida de la relación isotópica entre el carbono 12 (12C) y el carbono 13 (13C) contenidos en una muestra de uvas o mosto. Este método es integrador, porque cuando se realiza, su resultado integra todos los estados hídricos que ha encontrado la vid desde el comienzo de la campaña de fructificación. Cuando la vid trabaja de manera óptima, absorbe dióxido de carbono del aire para sintetizar azúcares, el cual contiene naturalmente los diversos isótopos del carbono. En este momento la enzima rubisco (ribulosa-1,5-bifosfato carboxilasa/oxigenasa que se utiliza en el ciclo de Calvin para catalizar el primer paso importante de la fijación del carbono) tiene mayor afinidad por el 12C que por el 13C. A medida que aumenta el estrés hídrico, se van cerrando las estomas y el dióxido de carbono se convierte en limitante. En este momento dicha enzima discrimina menos entre ambas especies isotópicas del carbono. Esto marca diferencias en la relación isotópica de los azúcares sintetizados de acuerdo con el estrés hídrico sufrido por la planta. Gracias a esta herramienta ahora se puede caracterizar el estrés hídrico sufrido en el viñedo según las añadas, estudiar la heterogeneidad que tiene una parcela, decidir que lotes de uva pueden tener perfiles similares para una misma vinificación y mejorar la viña como concepto año a año.
Conclusiones
Queda claro el potencial integrador del ratio isotópico del δ13C, lo que hace muy recomendable su introducción en trabajos relacionados con la fisiología del cultivo, la gestión hídrica, la modelización y la viticultura de precisión. Además, el δ13C podría utilizarse para estimar el estado hídrico que ha experimentado un viñedo, permitiendo discriminar aquéllos en los que haya sido excesivamente alto o bajo.
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