Rioja afronta el verano y el otoño con una amplia oferta caracterizada por la diversidad, la calidad y la adaptación a los gustos del nuevo visitante.
Rioja es la región vitivinícola que más visitantes recibe de España y constituye además un referente a nivel mundial en materia de enoturismo. Así se desprende del Informe Anual de Visitas a Bodegas y Museos del Vino, publicado por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) recientemente, la suma de los turistas que recibieron las tres Rutas del Vino de Rioja certificadas por ACEVIN -Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Oriental-, representó el 20,5% del total de visitantes en bodegas y museos de las Rutas del Vino de España en 2021. Es un dato muy superior al de las demás zonas examinadas en el informe, lo cual ratifica a Rioja como motor de la actividad enoturística a nivel nacional y de referencia internacional, con un efecto tractor para el conjunto del sector turístico español.
Por su parte, el último Monitor de Enoturismo 2021, elaborado por la consultora especializada en turismo Dinamiza Asesores y presentado al inicio de la primavera de este mismo año, ya confirmaba el liderazgo de Rioja al ratificar a la región como el destino enoturístico que recibe mayor número de visitas de España, con 460.000 en las casi 200 bodegas que abrieron sus puertas al turismo en 2021. Del conjunto de bodegas de Rioja, 125 están integradas en las tres Rutas del Vino certificadas. Esta cifra de visitas, que supone un crecimiento del 103,5% respecto al año anterior (2020), posiciona a Rioja como el destino líder indiscutible en enoturismo de nuestro país, y discurre en la línea de superar las 860.000 que tuvieron lugar en 2019.
Buenas perspectivas para la campaña de verano y otoño
Ante el inicio de los meses que concentran el mayor número de reservas vacacionales del periodo estival, la DOCa Rioja se muestra optimista. Los datos correspondientes a 2021 ya confirmaron una notable recuperación de la actividad enoturística en la región, si bien muchas restricciones continuaban entonces vigentes. De hecho, el dato de crecimiento del número de visitas con respecto al año anterior, situado en un 103,5%, resulta especialmente positivo si se compara con el conjunto del sector turístico español, que logró recuperar un 64,4% de su actividad respecto a 2020. “La reactivación del visitante nacional y el interés de los turistas internacionales, impulsados por la progresiva normalización tras la pandemia y menores restricciones a la movilidad, nos permiten ser optimistas dada también la gran capacidad de recuperación y adaptación mostrada por el conjunto de la región de Rioja en 2021”, explica José Luis Lapuente, director general del Consejo Regulador de la DOCa Rioja. “Los meses de verano y otoño de 2021 ya registraron un número de visitas similar al del mismo periodo de 2019, año previo a la crisis derivada del coronavirus, por lo que el conjunto del sector trabaja con perspectivas muy positivas que se están consolidando además en estas fechas en las que arranca el periodo estival, donde se aprecia dinamismo y actividad en las reservas para las visitas a bodegas y ocupación hotelera, y demuestra que la población quiere vikver a disfrutar y sacudirse los malos momentos vividos”, concluye Lapuente.
La región espera volver a alcanzar la cifra récord de 860.000 visitas que registró en 2019 y, a medio plazo, la DOCa Rioja ha establecido como objetivo atraer a 1,2 millones de visitantes para 2025, según recoge su Plan Estratégico 2021-2025, donde el desarrollo e impulso al enoturismo constituye uno de los principales ejes de trabajo.
El crecimiento de las visitas internacionales resultará clave para el éxito de la consecución de este objetivo. En este sentido, de acuerdo con el Monitor de Enoturismo 2021, el 20,3% de visitantes de las bodegas de Rioja fueron turistas extranjeros, cifra superior a la media nacional, establecida en un 15,1%.
Calidad y diversidad, pilares de la oferta de Rioja
Rioja es el destino enoturístico con más bodegas visitables de España, con 178 bodegas abiertas al público(llegaron a ser 195 antes de la pandemia) de diversa tipología (centenarias, familiares, con calados históricos, arquitectura de vanguardia, planes para niños, etc.), muchas de las cuales cuentan, además, con hoteles temáticos sobre vino, restaurantes, museos y otras propuestas y atractivos singulares; juntas conforman una amplia y variada oferta enoturística capaz de ir más allá de las visitas guiadas a bodegas y de satisfacer los gustos e inquietudes de distintos tipos de visitantes. Así, la oferta enoturística de la región ha evolucionado notablemente en los últimos años dando como resultado la creación de nuevas propuestas con un alto componente experiencial, ofreciendo a los visitantes la posibilidad de disfrutar del vino y el paisaje de una forma más vivencial, involucrando al visitante a través de la gastronomía, la naturaleza, el deporte, la historia o el arte. Según Monitor de Enoturismo, de media, cada una de las bodegas de Rioja ofrece tres propuestas de experiencias diferentes en su catálogo enoturístico.
Dentro de las posibilidades y las cada vez más segmentadas ofertas, además del interés por las bodegas de arquitectura vanguardista y centenarias, destacan las actividades familiares para los más pequeños de la casa, el ocio y experiencias al aire libre (como paseos en bicicleta o a caballo entre viñedos o catas bajo las estrellas), las experiencias culturales o actividades para un público experto en vino, entre otros. “El sector ha reforzado su oferta con opciones turísticas novedosas, que destacan por un alto grado de profesionalización y calidad. Rioja avanza con una apuesta ganadora: arquitectura, historia, gastronomía, paisaje, lujo, sociabilidad y lugar de encuentro para la familia, los amigos y los viajes de negocios, arropando nuestros vinos y haciendo de la región un destino atractivo y casi obligado, para ofrecer a quien llega una experiencia única, inolvidable”, afirma Lapuente.
Estimulando la economía y el empleo
La oferta enoturística de la DOCa Rioja es uno de los motores económicos de la región y del turismo nacional. Solo en 2021, la actividad del enoturismo supuso un impacto económico de 103,7 millones de euros, lo que supone un aumento de 61,5 millones con respecto al año anterior. Antes de la pandemia, la cifra superó los 170 millones.
En términos de empleo, el impacto del enoturismo se materializa también en la creación de puestos de trabajo: en 2021, cerca de 420 personas fueron empleadas en departamentos de enoturismo de bodegas dentro de la DOCa Rioja, lejos aún de las 800 empleadas en 2019, periodo anterior a la crisis derivada del COVID-19. Asimismo, cabe destacar la importancia del empleo indirecto que se genera mediante colaboradores externos, especialistas que trabajan de la mano en el área de enoturismo de la bodega que, aunque no formen parte de la plantilla fija, en Rioja suponen ya cerca de 150 puestos de trabajo indirectos.
Además, el Monitor señala también la gestión profesionalizada de la actividad enoturística de Rioja. A este respecto, las bodegas de la Denominación disponen de un departamento o área de enoturismo en el 80% de los casos, aspecto que le confiere una importante profesionalización al sector, a lo que se suma el hecho de que estos departamentos cuenten con una media de antigüedad de 14 años, demostrando la madurez del enoturismo en Rioja.
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