El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido
La Comunidad Autónoma de La Rioja está cumpliendo en este año 2022, el 40 aniversario de su Estatuto de Autonomía y por ello las cuatro décadas de gozar de gobierno propio. El 9 de junio de 1982 fue sancionado por el Rey de España Juan Carlos I y promulgado el texto íntegro de la ley orgánica 3/1982 del Estatuto de Autonomía de La Rioja, siendo publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en su número 146 de fecha 19 del mismo mes.
Tengo escrito, pero no publicado, hablando con personajes de los que vivieron todo el proceso autonómico, que el nacimiento de esta Comunidad Autónoma, casi fue por casualidad. Valga las dudas de los diferentes políticos de aquella época en donde encuadrar a La Rioja. Me recordaba Pilar Salarruyana que “tengo grabado en mi cabeza que una de las veces que estuvimos en el despacho de Adolfo Suárez sacó un mapa –que ahora lo tengo yo– y con un bolígrafo rojo dibujó las fronteras de Álava, Navarra y La Rioja y nos dijo que esa sería la Comunidad Autónoma más rica de Europa… Nos gustó la idea pero los navarros no quisieron y abandonamos la misma”. No obstante, todo fue adelante y al final esta región se convirtió en Comunidad Autónoma, como ocurrió con Navarra y si bien Álava participa en esta Denominación, lo hace formando parte del País Vasco.
Paralelamente, la Denominación de Origen Calificada Rioja ha ido creciendo exponencialmente en estas últimas cuatro décadas, para lo que nos acogemos a la siempre sabia opinión de Emilio Barco Royo (Alcanadre, 1956), que en 5 estudios-libros, trazó el escáner de la evolución de toda una Denominación con 5 publicaciones -1985, 1991, 2002, 2008 y 2018- en ediciones del Gobierno de La Rioja a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente.
Hace 4 años estuve con el todavía doctor en Economía y profesor de la Universidad de La Rioja, para hablar de esta publicación que él mismo calificaba como la foto que podemos presentar de la D. O. a partir de lo que consideramos como los factores que determinan su funcionamiento económico. “¿Cuáles son esos factores? Los espacios de producción es decir aquí se puede hacer Rioja y aquí no, por qué; la segunda, que aquí hay menos libertad que en la jaula de un canario, es decir que tú no puedes producir como quieres, en lo que es conocido como los factores determinantes de la producción y del crecimiento. La tercera es que aquí el producto es clave, aquí se hace vino de Rioja pero en este espacio sí y en este no, es decir en Badarán sí y en Villar de Torre no, y esto es muy importante. Y luego se hace vino con Denominación de Origen y esto condiciona tanto en campo como en bodega, y yo no puedo hacer cualquier cosa. Y presentamos un tipo de producto que más allá del color, tiene un proceso de envejecimiento, lo que es una particularidad nuestra. Una vez que hemos definido los factores determinantes y el producto, ¿quién hace eso? Nos referimos entonces a los agentes económicos: cosecheros, cooperativas bodegueros, criadores y luego nos referimos al mercado, ¿dónde vamos con ese producto?, al mercado, que tiene dos partes: en origen, la uva y el vino que se mercadea cada año y la botella que llega al mercado final. Y el último factor determinante que no se puede ignorar, porque el que lo ignore está haciendo un análisis no correcto, es lo que llamamos el marco institucional, las reglas del juego. Y esas reglas de juego van desde la más local, que puede ser un apretón de manos de una venta, hasta la más global, que son la que dicta una institución de carácter internacional. Todo eso condiciona y define”.
No en vano los datos nos delatan, positivamente. Hace 40 años, eran 38.349 las hectáreas del Rioja, siendo en la actualidad 66.240; se elaboraban 106 millones de kilos de uva amparados, frente a los 493 millones actuales; se vendía, 108 millones de litros de vino frente a los 254 millones comercializados el año 2021; incluso hace cuatro décadas había 12.612 viticultores registrados, y ahora son 14.300, que trabajaban en 58 bodegas embotelladoras, siendo en la actualidad 571. Pero el maestro también exponía en su última publicación qué podía ocurrir a partir de 2030, que lo condensaba en estas frases: “Hacemos ese análisis y decimos que el escenario que vislumbramos en 2030 tiene diferentes incertidumbres, pero para que sea menos incierto, para que el sector se pueda sentir más cómodo y que corra menos riesgos, le sugerimos que trabaje en esto, en esto y en esto…y le planteamos tres horizontes temporales, a corto, medio y largo plazo”.
Una voz que no debe quedar nunca en el olvido, sino que supone un cargo de conciencia ante las amenazas interiores y exteriores de una Denominación que puede haberse equivocado muchas veces, pero que indudablemente ha sabido adaptarse a la actualidad del mercado, es decir a los consumidores. Que nos quiten lo bailado en estos 40 años.