El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido
Más que una palabra, el enoturismo no ha conseguido hasta el 16 de diciembre de 2021 entrar en el diccionario de la Real Academia de La Lengua en su última edición en versión digital, junto a un total de 3.836 novedades, entre adiciones de artículos, acepciones y enmiendas, quedando definida finalmente como “Turismo por zonas de cultivo y producción de vino, con visitas a los viñedos y bodegas, y degustación de sus caldos”. De esta forma el enoturismo es una realidad ya en el vocabulario que nos indica la Real Academia de la Lengua que se encarga de “limpiar, fijar y dar esplendor” a nuestra lengua.
Una palabra que ha tardado mucho en entrar en la RAE, pues desde el año 2004 fue oficialmente registrada por el alcalde de Aldeanueva de Ebro, Ángel Fernández, que sigue recordando que la escuchó a un señor -aunque no reconoce la voz de la persona que la pronunció- y que le pareció muy apropiada para ese tipo de turismo por lo que decidió inscribirla. Desde ese momento, este Ayuntamiento, y solo ellos, pueden utilizar ese dominio en Internet. Estamos hablando del año 2004, es decir cuando el enoturismo estaba en sus balbuceos, y no se había convertido en la industria que es en la actualidad, muy paralela a la del mundo del vino.
No en vano, ahora mismo es un valor que todo el mundo quiere atesorar. Y de hecho las ofertas no dejan de crecer exponencialmente: turismo individual, de pareja o familiar, turismo con visita al campo, turismo de vendimia, turismo con cata y aperitivo, turismo en bicicleta o incluso, y es de alabar, turismo para las personas con algunas discapacidades… pero pueden añadir ustedes más posibilidades pues seguro que alguna de las bodegas españolas se lo pueden ofrecer. Solo hay que preguntarle al buscador de nuestro ordenador.
Y tanta importancia está consiguiendo este tipo de actividades en la Denominación de Origen Calificada Rioja que en sus resúmenes anuales, hacen una referencia a los datos del enoturismo, dado que en su Plan Estratégico 2021-2025 tiene como uno de sus objetivos: “Potenciar Rioja como destino enoturístico de referencia, estableciendo una relación directa con el consumidor y creando una experiencia única a través del origen, el terruño, su diversidad y la Historia, será también un eje fundamental del plan. DOCa Rioja espera elevar el volumen de visitantes hasta 1,3 millones en 2025, año para el que prevé contar con una oferta enoturística de referencia internacional en cuanto a calidad y segmentación”. Y todo apunta que en cuanto volvamos a cierta normalidad, los objetivos se van a ir consiguiendo. No en vano, en cuanto nos han dado vía libre a poder salir del hogar con todas las seguridad impuestas por el Ministerio de Sanidad, poco a poco nos vamos animando para acudir a pueblos, ciudades, casas rurales -más que hoteles- y bodegas con un programa, en muchas casos espectacular, para contar el vino que elaboran y degustamos.
Por todo ello les animamos a que en la primera oportunidad que tengan, y no solamente hay que fijarse en una esperada Semana Santa, sino cualquier fin de semana, se arme de valor, meta a sus hijos en el coche y disfrute del mundo del campo de las viñas, o bien de unas bodegas que ofrecen diferentes tipos de visitas para cualquier economía…
Seguro que muy pronto, volveremos a disfrutar del ‘viajar es un placer’ unido al enoturismo.