Bodegas Vivanco vendimia en invierno para elaborar la nueva añada de su Dulce de Invierno, un vino rescatado de la tradición riojana
Rafael Vivanco, enólogo de Bodegas Vivanco, rescató en 2009 los casi desaparecidos vinos dulces tradicionales riojanos, los vinos supurados, una tradición que se remonta a la época en la que los viticultores guardaban hasta la Navidad parte de las uvas en los altos de sus casas. Las uvas se comían como pasas y los racimos sobrantes se prensaban y se sometían a un proceso de fermentación. Ese vino, dulce pero fresco debido a la acidez que conservaba, se convertía en la bebida de postre de los días festivos o como vino medicinal, debido a su alto valor como reconstituyente.
De este amor a la tierra nació este vino de guarda, Colección Vivanco 4 Varietales Dulce de Invierno, sin alcohol ni azúcares añadidos; un vino delicado, elegante y muy personal.
El 20 de enero se vendimiaron las uvas de la nueva añada. Unas uvas Tempranillo, Graciano, Garnacha y Mazuelo que han resistido las inclemencias del tiempo, quedan deshidratadas en el viñedo, lo que supone un menor rendimiento, que se compensa con su alta concentración dulce.
Cada una de las cuatro variedades de uva que conforman este particular coupage se recolectan por separado. Los frutos botritizados, con rendimientos ínfimos debido a la deshidratación (la característica que marcará su personalidad), se colocan en pequeñas cajas de 10 kilogramos. Tras un suave y largo prensado se obtiene un mosto que fermentará durante un mes y medio en barrica de roble francés. Después, el vino reposa doce meses en barricas del mismo roble, de diferentes tonelerías, tostados y orígenes. Cada uno de los vinos permanece con sus lías finas hasta su embotellado. Tras bâtonnage periódicos en los primeros meses, los vinos se afinan durante casi un año en botellero, donde ganan complejidad, como sucede con otros vinos dulces famosos en todo el mundo como los de Sauternes, en Burdeos (Francia), y los Tokay de Hungría.
El vino permanece 14 meses en barricas de roble francés, antes de afinarse seis meses más en botellero, tiempo que incrementa su complejidad. Colección Vivanco 4 Varietales Dulce de Invierno destaca por sus aromas intensos y muy agradables a frutas escarchadas, orejones de melocotón, naranja confitada y dulce de membrillo, todo rodeado de elegantes notas florales y cacao. En boca es sensual, delicado, con un fino dulzor frutal muy fresco e integrado, que lo convierten en un vino largo, sabroso y placentero.
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