El mundo del vino a sorbos
A pocas horas de la despedida del 2015 y por ello del inicio del nuevo año, le hemos propuesto a nuestro buscador que nos indique los mejores vinos para despedir el año si bien nos puede confundir con las mejores cenas, en algunos casos con definición del vino que se va a servir con cada plato, en otros nos intentarán llevar a extraordinarios viajes al alcance de unos pocos, o a lugares donde mejor disfrutar del paso de año, pero no, debemos descender un poco en nuestras peticiones y quedarnos con las webs que nos den pistas de nuevos o ya conocidos vinos que nos puedan sorprender en una noche tan especial como es la del 31 de diciembre.
Texto: Antonio Egido
De esta forma, en ‘mujerhoy.com’ para la cena de Nochevieja y ojo, sin saber los alimentos que vamos a degustar, el enólogo y escritor Joan C. Martín Martínez (Valencia, 1953), autor de la guía “Los supervinos 2015” (Las Guías del Lince) recomienda “dos tipos de vino, uno muy ligero con el que se podría acompañar una gran parte de la cena, como el Cesilia Rosé (DO Alicante) o el Torondos Rosado (DO Cigales). Son, para él, dos vinos muy fashion, elaborados de una forma muy distinta a los rosados tradicionales. Así, según explica, Cigales tiene una cultura propia y ancestral a la hora de elaborar los rosados mezclando uvas blancas y tintas. En cuanto al Cesilia, comenta que ha sido diseñado por un enólogo francés, muy fashion, que es más provenzal que español, pero con uvas españolas. Son vinos ligeros, que entran bien y que pueden acompañar toda la noche,
Para festejar las uvas y la Nochevieja, aconseja el Mediterrania Cava, un cava sumamente festivo, con carácter y buen precio. «Es ligero, entra bien y puede acompañar toda la noche, ideal para acompañar ese momento de felicidad y de esperanza… «.
En ‘blog.mumumio.com’ nos hacen una oferta realmente atractiva cual es la de fijarnos los 3 mejores vinos para cocinar en estas fiestas: “El tipo de vino más usado para cocinar son los blancos, pero seguro que no has probado con éste: Marqués de Riscal Sauvignon 2009. Normalmente se usan vinos blancos con un toque dulce, como los de uva Pedro Ximénez, o los que tienen un toque salino del tipo de la manzanilla. A este vino, en cambio, la uva sauvignon blanc le da un punto ligeramente ácido que potenciará el sabor de los platos a los que acompañe. Échale un chorrito al fumet de pescado de una paella en lugar de limón, y te quedará una arroz realmente diferente… ¡y genial! Si es que vinos y paella siempre se llevan bien, ¿no?
Y de sauvignon a sauvignon, en este caso te recomendamos un vino con uva cabernet sauvignon, además de merlot y syrah: Habla del Silencio 2008. Un vino aromático y con cuerpo, y que os vendrá genial para añadir en una fritura de tomate a la hora de hacer, por ejemplo, una pasta boloñesa al estilo italiano. El tomate tendrá mucho más carácter y la carne de la boloñesa estará mejor acompañada.
Y como no hay dos sin tres, os animamos a descubrir el Marqués de Griñón Syrah 2004. Este es uno de los grandes vinos de España, y su relación calidad-precio es muy buena. Eso sí, no le digáis a nadie que lo habéis usado para cocinar, no vaya a ser que os tropecéis con algún “purista”… En este caso lo más normal es aprovecharlo como fondo para un guiso de carne, y más si se trata de un guiso de carnes fuertes, con setas y /o chocolate. Pero la uva Syrah tiene la cualidad de mantener mucho aroma y sabor a fruta, así que os lo vamos a sugerir con una fondie de chocolate caliente y frutas. Reducid el vino en una sartén, y añadidlo al chocolate fundido. ¡Las frutas brillarán!”.
Pero como la vida no se para el 31 de diciembre, no me resisto a mirar ya lo que nos puede venir en el 2016 y que encuentro en ‘elcorreodelvino.com’ donde José Luis Murcia, con el título de “Un estudio habla de los riesgos y oportunidades del vino en el mundo”, nos recuerda que “Un exhaustivo estudio del modelo productivo europeo de vino indica que los grandes elaboradores de vino del viejo continente (Francia, Italia y España) tienen en común la tendencia a la disminución de la superficie de viñedo, que en el caso español se ha frenado en 2015 con un ligerísimo incremento, y la lucha por la conquista de nuevos mercados y nuevos nichos de consumo.
Las caídas de superficie se cifran en el 12% en Francia, el 20% en Italia y aproximadamente el 18% en España, aunque haya recuperado un punto, que el trabajo no recoge, en los últimos doce meses. España cuenta con 35% más de viñedo que sus directos competidores, aunque paradójicamente tiene una producción menor que oscila entre un 10% y un 25%.
Este estudio elaborado por la aseguradora Coface, líder mundial en seguros de crédito, recalca que los franceses se han posicionado, desde hace muchos años, en un ratio de calidad que dobla los precios de Italia y multiplica por cinco los de España, merced a productos como en champán o los grandes cru classés de Burdeos o Borgoña; mientras Italia ha tendido a hacer lo propio en los últimos quince años donde ha impulsado las ventas de mayor valor añadido y ha bajado los de las gamas más bajas.
A juicio de Coface, España, mayor productor mundial en volumen desde el pasado año, posee el modelo más vulnerable de los tres grandes como consecuencia de su posicionamiento en las gamas media y baja de la oferta donde choca con una gran competencia llegada de los productores del Nuevo Mundo, que mejoran día tras día sus posiciones de rentabilidad.
El estudio recuerda que los acuerdos de libre comercio entre China, Australia, Chile y Nueva Zelanda suponen una increíble ventaja competitiva para las transacciones de estos países, ventaja a la que se une los bajos tipos de interés con que cuentan los productores de Chile y Sudáfrica. De esta forma, los competidores del Nuevo Mundo ven que se abre ante sus ojos un mercado como el chino que, pese a su constante incremento de la superficie de viñedo (más dirigido a la uva de mesa y a los vinos locales de escasa calidad que a otra cosa, incrementará sustancialmente el poder adquisitivo de sus clases medias en los próximos años; y el mercado africano, muy débil aún, pero con un potencial de crecimiento superior al asiático y con países como Ghana cuyo PIB sube anualmente por encima de los dos dígitos.
Coface considera que ha llegado el momento de evaluar los riesgos que pueden caer sobre los viticultores europeos y especialmente los españoles, a los que considera más vulnerables, ya que las insolvencias en Italia o Francia son excepcionales en este capítulo, pero las españolas dependen mucho del mercado exterior y especialmente de la competitividad que se dan en las gamas medias y bajas del vino. Para ello proponen identificar las áreas de crecimiento de las exportaciones y optimizar la gestión del riesgo ante competidores muy agresivos como los del Nuevo Mundo. El estudio habla más de rentabilidad de producto que de segmento y no hace distingos entre las ventas a granel o las de vino envasado barato”.
Vinos para despedir el año y vinos para guisar el fin de año, sin olvidar que por mucha celebración que realicemos, el mundo del vino se tendrá que seguir enfrentando a diferentes riesgos al tiempo de aprovechar las oportunidades en un 2016 que desde Enópolis le deseamos que traiga de todo y siempre bueno.