vinos clásicos
El artículo publicado en El Universal destaca una fotografía de Josetxo Soria, director de Exportaciones de Bodegas Riojanas

El periódico El Universal, uno de los más importantes de México, se ha hecho eco de la inclinación de los jóvenes hacia los vinos clásicos con la publicación de una entrevista con Santiago Frías, presidente de Bodegas Riojanas, en la que destaca la tendencia hacia el consumo de etiquetas con historia durante una reciente visita al país americano.

«Actualmente en España, en Estados Unidos, en diversas partes del mundo hay una tendencia por lo vintage, por voltear la vista a los vinos clásicos. Las nuevas generaciones se están interesando no solo por lo que está de moda, sino también por aquello que ha sido un referente de generaciones anteriores, sustentado siempre en un concepto de calidad e identidad.  Monte Real es parte fundamental de este universo, de esta moda en la que muchos jóvenes se están decantado por los vinos, las presentaciones y los sabores clásicos», recoge el diario.

Según Santiago Frías, es interesante “ver el amplio interés que hay en México en torno a Rioja; hay bastante conocimiento, pero también un desconocimiento sobre lo que estamos haciendo. Buena parte de los objetivos de estos viajes es transmitir nuestra imagen y hacer hincapié en los conceptos de calidad de los Reserva y de los Gran Reserva, así como abrir el panorama de los consumidores a temas como el de los vinos blancos, que ofrecen también interesantes alternativas en un mercado que cada vez está volteando más a este segmento de productos”. «El gusto de los consumidores ha cambiado y sigue en evolución. Nos gusta dejar claro que el envejecimiento de los vinos es un elemento diferenciador de nuestra bodega; sin embargo también en ese sentido vamos en sintonía con los tiempos actuales, haciendo menos intensa la presencia de la barrica, como solía ser una característica en los vinos de Rioja», destaca Frías.

En el mismo artículo, Josetxo Soria, director de Exportaciones de bodegas Riojanas explica que «que podríamos tomar un nombre ocurrente y hasta escandaloso para algunos de nuestros vinos y cambiar la etiqueta por alguna más llamativa. Podemos estar seguros que podría tener una buena repercusión comercial. No cabe duda. Sin embargo no es eso lo que buscamos, tenemos un segmento de consumidores muy bien definido que aprecia ante todo la calidad de nuestros productos. A través de ese elemento es que buscamos seguir abriendo caminos en los mercados donde verdaderamente hay un interés por los vinos que representan calidad».

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