“Descaradamente clásico”, este es el lema que acompaña a la nueva imagen que ofrece el Bordón de Bodegas Franco Españolas, vino bandera de la centenaria bodega, que presentó en sus instalaciones contando con el periodista Chus del Río como conductor del acto.

Texto: Antonio Egido

 

Una cita que sirvió para conocer a toda la “familia del nuevo Bordón” junto al renovado equipo directivo de esta Bodega, encabezado por su director general Borja, ya tercera generación de los Eguizábal, que recordando a su abuelo si ahora le viera “se sentiría orgulloso de lo que hacemos”, porque su nieto, aquel que nunca pensó “que iba a estar aquí” lleva ahora los destinos de un negocio para el que, nos dijo, “necesitamos inversión y talento”. Por ello “hemos renovado un 20 % el parque de barricas”, “hemos invertido en la producción siguiendo planes de medio y largo plazo”, “hemos trabajado en innovación para conocer ahora mismo la trazabilidad de cada botella”, lo que supone innovación, o han invertido en talento “porque es clave el rodearse de profesionales, hacer una apuesta por las personas”, justamente las que ahora aglutinan el actual equipo directivo de Bodegas Franco Españolas.

Y Chus del Río, fue dando la palabra a cada uno de ellos. A Elena Pilo, para hablar de Enoturismo  “tarea a la que estamos entregados desde hace 8 años, que nos ha supuesto la llegada de muchos visitantes –una media de 30.000 al año pasan por la bodega y 20.000 acuden a nuestras agendas culturales-  que al final se convierten en los embajadores de nuestra marca y que disfrutan de este producto en otros ámbitos”. A Borja Martínez, director de marketing que  nos descubrió el cambio de imagen del Bordón en el que se ha invertido un millón de euros, y que ha dado como resultado “homogeneizar toda la línea  interpretándolo como un vino descaradamente clásico. Para ello el escudo se ha redibujado para que tenga forma de B, como la etiqueta, para dar una identidad. Se ha personalizado con nuevos mensajes hablando de tú a tú al cliente, de igual a igual”  Y una línea general argumental que dice: “pensarás que soy un borde, y quizás tengas razón, pero te confesaré algo, estoy harto de modas, de etiquetas, de postureos. No me disculpo por ser quien soy. Un clásico de Rioja con más de 125 años de historia. Me gusto. Y si a ti no, es porque todavía no me has probado”. Aunque luego cada uno de los vinos que forman la línea de Bordón –blanco, rosado, crianza, reserva y gran reserva– lleva en su botella parte de este argumentario general, algunas de ellas repetido, en inglés y en español, primando un idioma sobre el otro según la categoría del vino.

Por su parte Eduardo Urrestarazu, director financiero habló de las cuentas de la bodega “con buenos resultados en 2016 que mejoraron en ventas y resultados las del año anterior y un 2017 que va mejor que el año pasado”, no en vano, liquidez y solvencia son esenciales para sostener el plan del negocio.

El siguiente turno de palabra fue ocupado por el director técnico de la Bodega, el enólogo Rubén Provedo , de exitosa trayectoria en esta Denominación, quien afirmó que “el vino es mi vida” y “el Bordón es Rioja”, con mezcla de uvas de Rioja Baja, Alta, Media y Alavesa, “con lo que se define al Rioja”.

El enólogo hizo la cata teniendo como invitados un Bordón Gran Reserva de 2007 y, ojo, un Rioja Bordón Gran Reserva 1978, distinguiendo no solamente las características de uno y otro, sino situando los momentos históricos del Rioja en los que cada uno comenzó a envejecer y que por supuesto definen cada uno de los vinos degustados.

El trabajo y la presentación en sociedad de la nueva imagen del Bordón ya está hecha, ahora solo queda recoger la opinión de los consumidores, pieza clave para Borja Eguizábal quien no dudó en afirmar, en cierto momento del acto, que uno de los objetivos de Bodegas Franco Española es ser “más flexibles en la producción mirando siempre al cliente”.  

 

 

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