la nueva normalidad del mundo del vino

El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

Ya en la fase 3 en la mayoría de este país, le hemos solicitado a nuestro buscador que nos indique el camino de salida, si es posible más cierto, hacia la nueva normalidad del mundo del vino. Estos son los resultados que  hemos encontrado.

En ‘expansion.com’ se apoyan en los protagonistas del mundo del vino para indicarnos que ‘Así será el futuro del sector del vino tras la pandemia, analizado por sus protagonistas’ de los que entresacamos estos cortes: “A pesar de la pandemia, hay razones para pensar en la pronta recuperación. Las exportaciones españolas de vino crecen. En el mes de marzo de 2020 la facturación aumentó un 0,6%, hasta los 217,9 millones de euros, gracias a un aumento del precio medio del 4,4%, hasta los 1,35 euros/litro. El volumen exportado se redujo, eso sí, un 3,7%, hasta los 161,7 millones de litros, menos de lo que cayó en enero (-8%) y en febrero (-20%) de 2020. Son datos ofrecidos por la Organización Interprofesional del Vino de España. Federico Oldenburg, colaborador de Fuera de Serie, encuentra esos motivos esperanzadores en las nuevas tendencias. «Ha habido un mayor consumo en las casas, también de mayor calidad. Y se ha producido un cambio radical a la hora de contar y vender el vino. Ahora se disfruta y comparte en plataformas como Instagram. Afortunadamente, como se trata de un producto no perecedero -al menos en términos urgentes, como el aceite de oliva o el marisco- la nueva realidad permite reflexionar y sopesar cómo vamos a disfrutarlo mejor después de esta crisis que, por primera vez en nuestras vidas, es global», reflexiona el experto”.

Y unas líneas más abajo nos hablan de esperanza porque «Los amantes del vino han demostrado adaptar sus rutinas y seguir apostando por encontrar esos momentos de ocio que les permitieran disfrutar de una copa de vino. Iremos descubriendo cuál será el comportamiento social y los nuevos hábitos de consumo», cuenta José Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro y Cepa 21. Desde Alta Pavina recuerdan que esta bebida «lleva en el mercado más de 3.000 años». Ni esta ni mil pandemias acabarán con ella, claman esperanzados Diego y Hugo Ortega, de Alta Pavina. «Nos hará adaptarnos, creceremos o menguaremos; ganaremos o perderemos. Pero cuando todo pase ahí seguiremos. No sabemos si nosotros o el de enfrente, pero el vino se mantendrá firme. El vino se identifica como una bebida saludable y la salud va a ser un factor determinante en la toma de decisiones. Y lo más importante. No te olvides que está de muerte», bromean.

En González Byass dieron un giro a su producción para elaborar gel hidroalcohólico y ayudar en la contención de la pandemia. No contentos con eso, dieron un paso más. «Los ingresos de la nueva saca de Tío Pepe en Rama irán destinados al apoyo de la hostelería, uno de los sectores más castigados en esta situación», anuncia Leticia Sánchez Lara, jefe de Gabinete de Prensa.

Por su parte, Diego Burgos, director de comunicación de Castelo de Medina, también piensa que España es un país de hostelería y de calle. Aún así, pronostica que «la gente hará mucha más vida social en casa al estilo anglosajón, la tendencia de consumo en el hogar se mantendrá incluso cuando dejemos atrás esta crisis». Y también perdurará que el cargo se haga a través de pantallas”.

Y en ‘sevi.net’ nos encontramos con el atractivo título de ‘El vino d. C. (después del coronavirus)’, obra, como la información de Vicent Escamilla, que nos acerca a un estudio de Wine Intelligence, del que leemos sobre lo que ya es casi pasado: “Sea como fuere, el consumo de vino en plena pandemia por Covid-19 tiene un único ámbito posible: el hogar. Con el canal Horeca totalmente cercenado y con la incertidumbre de si el vino d. C. tendrá que bregar con un consumo extradoméstico afectado por una recesión económica. Todo hace pensar a los analistas que, al igual que ocurrió con la crisis financiera de 2008 y siguientes, gran parte del consumo que se hacía fuera del hogar se derive al consumo doméstico. Faltará por ver en qué medida se resiente el dato global de consumo, si el volumen (y valor) doméstico es capaz de compensar con sus subidas el freno en restauración”.

Pero también sobre el futuro más inmediato: “(…) hay voces que señalan que en los primeros momentos tras la superación de la crisis habrá un repunte del consumo de vino, también del vino premium, a modo de desahogo y liberación, pero se irá moderando progresivamente en un contexto de dificultades económicas tanto macro como microeconómicas.

Otros cambios significativos que identifican los expertos de Wine Intelligence, fruto de la situación generada por el virus son que la importancia de la etiqueta y de la imagen global de vino seguirá creciendo como factor de elección entre un vino y otro. También es previsible que se acreciente la tendencia hacia un mayor consumo de vino local en los países tradicionalmente productores, así como hacia los vinos “éticos” y sostenibles”.

Ahí queda un futuro en el que los consumidores vamos a ir volviendo a encontrarnos con este alimento de la forma más normal, pero dentro de lo que ahora se denomina ‘nueva realidad’, para poder seguir disfrutando de este producto. Feliz semana.

 

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