cubiertas vegetales en viñedo

El uso generalizado de agroquímicos y la labranza del suelo son prácticas convencionales muy extendidas en viticultura. La sostenibilidad del sector requiere de estrategias de manejo alternativas más respetuosas con el medio ambiente. El uso de cubiertas vegetales en sistemas agrícolas con suficientes recursos hídricos aporta numerosos beneficios al suelo que incluyen la mejora de su estructura, la reducción de la erosión y el suministro adicional de materia orgánica, pero también favorece la biodiversidad y los equilibrios entre los organismos que lo habitan.

Los nematodos entomopatógenos (NEPs) son agentes de control biológico presentes de forma natural tanto en los cultivos como en zonas naturales. En el suelo se encuentran en su estadio de resistencia, llamado juvenil infectivo, con capacidad de localizar activamente al hospedador (generalmente formas inmaduras de artrópodos), penetrar en su hemocele y matarlo en un periodo de 2-3 días con la ayuda de una bacteria simbionte que porta en su interior.

Este estudio sobre el uso de cubiertas vegetales realizado en el ICVV evaluó la presencia y actividad de los nematodos entomopatógenos en un viñedo experimental de Vitis vinifera var Tempranillo (clon RJ-26, rootstock ‘110Richter’), localizado en La Grajera, sobre el que se dispusieron de forma completamente aleatorizada cuatro tratamientos del suelo: (i) laboreo y la implantación de las cubiertas vegetales (ii) sembrada con gramíneas, (iii) con flores y (iv) vegetación espontánea. Además, se avaluó la presencia de organismos del suelo asociados a su red trófica como son nematodos de vida libre, hongos nematófagos y bacterias ectoparásitas, que limitan la actividad y persistencia de los nematodos entomopatógenos.

En líneas generales, los resultados obtenidos confirman el impacto positivo del uso de cubiertas vegetales sobre la comunidad de nematodos entomopatógenos. En concreto, respecto a suelos labrados, se observó una mayor presencia de estos nematodos en las cubiertas sembrada con gramíneas y espontánea, y una mayor actividad del suelo frente a larvas de insectos en las cubiertas florícola y espontánea. Las diferencias observadas entre cubiertas vegetales para la presencia de organismos potencialmente antagónicos para los nematodos entomopatógenos pueden explicar estos resultados. En concreto, su presencia resultó particularmente baja en cubiertas espontáneas, mientras que fueron detectados en mayor abundancia, especialmente de hongos nematófago, en cubiertas sembradas con gramíneas.

Estos resultados, junto a los obtenidos en un estudio paralelo completado en el mismo viñedo experimental y en el que se observó que la cubierta espontánea también favorece la presencia de enemigos naturales de plagas de artrópodos en la parte aérea del cultivo, apoyan el uso de estrategias alternativas que potencien la presencia y actividad en viña de enemigos naturales de artrópodos potencialmente dañinos, favoreciendo de este modo la prevención de plagas, uno de los principales objetivos de la agricultura actual.

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