cambio climático vino de Rioja

“El cambio climático es una preocupación para la sostenibilidad del viñedo. Durante los últimos meses, diversos trabajos de investigadores del ICVV evidencian la realidad del cambio climático en la DOCa Rioja y hacen previsiones de sus efectos a medio y largo plazo” explica José Miguel Martínez Zapater, director del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino en el boletín digital que el ICVV publica trimestralmente.

En este último boletín, se recogen dos trabajos de Fernando Martínez de Toda, investigador del ICVV, analizan las consecuencias del cambio climático en la vid en la DOCa Rioja en lo relativo a la disponibilidad de agua en el suelo y la calidad de la uva y estiman los efectos que podría tener en la composición de la uva en los años 2050 y 2070.

¿Cómo se verá afectada la viña y la uva de Rioja en los años 2050 y 2070?

Fernando Martínez de Toda (ICVV/Universidad de La Rioja) y María Concepción Ramos (Universidad de Lleida) han publicado un artículo en el European Journal of Agronomy en el que se analiza cómo será la uva de la variedad tempranillo en la DOCa Rioja en los próximos cincuenta años, como consecuencia del cambio climático.

Según estos autores, dependiendo de la zona, del escenario y del año, la acidez total disminuirá entre 0,9 y 2,6 g/L y el ácido málico lo hará entre 0,6 y 3,3 g/L debido al incremento de las temperaturas. Los antocianos totales disminuirán entre 0,0 y 158,0 mg/L debido al incremento de las temperaturas pero aumentarán entre 38 y 117 mg/L debido al mayor estrés hídrico, por lo que dicho estrés hídrico compensará el efecto negativo de las altas temperaturas. El índice de polifenoles totales aumentará entre 4,0 y 16,0 unidades por efecto de las mayores temperaturas y entre 2,1 y 8,3 unidades por el mayor estrés hídrico.

El objetivo de este trabajo fue el de analizar el efecto potencial del cambio climático sobre la fenología y la composición de la uva de la variedad Tempranillo cultivada en la DOCa Rioja (España). Se analizaron la fenología y la evolución de la composición de la uva durante la maduración para el período 2008-2018. Esta información incluyó las fechas de floración, envero y maduración y también el pH, la acidez total, el ácido málico, los antocianos totales, el índice de polifenoles totales y la intensidad del color, registrados para cada una de las tres variedades. Las condiciones climáticas registradas durante el período de estudio se evaluaron a partir de estaciones meteorológicas ubicadas cerca de los viñedos. Se analizaron, para las condiciones climáticas proyectadas bajo dos escenarios de emisión (RCP4.5 y RCP8.5), simuladas utilizando un conjunto de 10 modelos, los promedios de cambios en la temperatura (máxima y mínima) para los años 2050 y 2070. Estos datos se obtuvieron utilizando el generador de datos meteorológicos MarkSim™ DSSAT. Las relaciones encontradas en la actualidad entre las características del clima y la fenología y la composición de la uva se utilizaron para proyectar los cambios bajo el cambio climático. Los resultados indican un aumento proyectado de las temperaturas, un adelanto en los estadios fenológicos que, en el caso de la maduración, varía entre nueve y veintidós días de adelanto y los cambios expuestos en la composición de la uva.

Tempranillo, agua en el suelo y condiciones climáticas en Rioja

Otro artículo publicado en la revista Scientia Horticulturae estudia las relaciones entre la composición de la uva de tempranillo y el agua disponible del suelo bajo diferentes condiciones climáticas de la DOCa Rioja.

El objetivo de la investigación fue analizar la relación entre la composición de uva de la variedad tempranillo y el agua disponible del suelo a lo largo del período de crecimiento. El estudio se realizó en la DOCa de Rioja e incluyó el análisis en seis parcelas ubicadas a una altitud similar (entre 428 y 465 m snm) en los municipios de Haro (P1 y P2), Cenicero (P3), Fuenmayor (P4), San Vicente de la Sonsierra (P5) y San Asensio (P6) en la zona de Rioja Alta.

El agua disponible del suelo se simuló para el período 2008-2018, teniendo en cuenta las propiedades del suelo y las condiciones climáticas registradas en cada ubicación. El agua del suelo se simuló para cada parcela y año analizado, después de la calibración en una parcela y evaluado bajo las diferentes condiciones.

El nivel de estrés hídrico y el momento en que aparece bajo condiciones climáticas similares variaron entre parcelas debido a las diferencias en las características de los suelos y tuvieron influencia en la composición de la uva. Un aumento en el agua disponible del suelo en la mayor parte del período entre la floración y la vendimia incrementa el tamaño de la baya y la acidez y disminuye la concentración de antocianos y otros compuestos fenólicos. En particular, un aumento en el agua disponible del suelo entre una y tres semanas después de la floración y al final del período de maduración aumentó la acidez y disminuyó el pH; un aumento en el agua disponible del suelo entre dos y siete semanas después de la floración y en el período de maduración aumentó el peso de la baya y disminuyó los antocianos y otros compuestos fenólicos. Bajo escenarios de cambio climático, en los que se predice un aumento de la temperatura, el agua disponible del suelo podría disminuir debido a mayores demandas de evapotranspiración, cualesquiera que sean los cambios en la precipitación. A este respecto, las zonas ubicadas a mayor altitud, que podrían tener temperaturas más bajas, se han indicado como más interesantes para mitigar los efectos del cambio climático en la vid. Pero, además, se debe considerar la selección de suelos que presenten mayores reservas de agua disponible.

 

Publicado en el nº232 de La Prensa del Rioja

 

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