Juan Carlos Sancha y Fernando Martínez de Toda firman el estudio “Evolución de la viticultura en los últimos treinta años, ¿vamos por el camino correcto?”

Con el título de “Evolución de la viticultura en los últimos treinta años, ¿vamos por el camino correcto?”, Juan Carlos Sancha González, ingeniero técnico en Industrias Agrarias y licenciado en Enología, y Fernando Martínez de Toda Fernández, catedrático de Viticultura de la Universidad de La Rioja, firman un minucioso estudio de 45 páginas, en el que realizan un completo análisis de la viticultura de Rioja a través de 40 grandes temas aunque comentados en su mínima expresión. El análisis tiene una introducción en la que afirman que: “Históricamente el progreso científico y la evolución técnica han tenido un papel decisivo en la mejora de nuestra calidad de vida y de los productos que nos rodean. Sin embargo, nos puede surgir la duda de si ese progreso ha sido tan positivo en algunos productos como, por ejemplo, los alimentos que consumimos, y ello más allá de aspectos tan importantes como la seguridad alimentaria o el etiquetado. Tal vez sea la uva uno de los productos en los que podamos tener más dudas sobre si el avance técnico que se ha producido ha mejorado o, por el contrario, no ha contribuido a mejorar su calidad. En este apartado voy a exponer los principales cambios que se han producido en nuestra viticultura en los últimos años, valorando la influencia que sobre la calidad de nuestras uvas han podido tener”.

Texto: Antonio Egido

A partir de ese momento, los autores entran en materia, analizando en primer lugar la evolución de la viticultura y calidad de la uva, sobre la que opinan que “más del 80% de la calidad de un vino procede de la uva y, nosotros, los enólogos, tenemos como misión el conducir esa uva hasta su transformación en vino con la menor intervención posible”, lo que le lleva a enumerar los cambios más importantes, pero sin orden de importancia, que se han producido en la viticultura de la Denominación Rioja en los últimos años, que son los siguientes en el análisis de Sancha-Martínez de Toda:

– El cambio de localización del viñedo, pasando de “suelos marginales, poco profundos, en ladera, pedregosos y pobres… a suelos más profundos, más fértiles y con más capacidad productiva”.

– Utilización de clones más productivos, dado que los actuales no tienen nada que ver con los que utilizaban nuestros abuelos, indicando los autores del trabajo que “son necesarias nuevas selecciones clonales con los claros objetivos de conseguir: más calidad, más antocianos, más acidez, más precursores aromáticos, menor tamaño del racimo y de la baya…”.

El reportaje competo puede verse en el nº 217 de La Prensa del Rioja