Diam Bouchage participa cada vez más en iniciativas de desarrollo sostenible y responsabilidad social. El desarrollo de las ventas del corcho de origen biológico Origine by Diam y la reactivación de la industria corchera francesa son ejemplos perfectos. Este enfoque medioambiental y social ha sido reconocido con la concesión en 2022 de la medalla de oro EcoVadis, uno de los organismos de calificación de la RSE más exigentes del mundo. Produce y comercializa más de 2 mil millones de corchos cada año. Inventor de la limpieza de corcho con CO2 supercrítico a principios de la década de 2000, Diam Bouchage pone su know-how y la fiabilidad de su proceso DIAMANT® al servicio de la serenidad de los viticultores, con corchos sin riesgo de “sabor a corcho” durante más de 20 años (TCA≤ en el límite de cuantificación de 0,3 ng/l). Ofrece una gama de tapones de corcho capaces de satisfacer las diferentes necesidades del mercado en cuanto a suministro de oxígeno para una crianza optimizada de los vinos.

A pesar del importante crecimiento de la producción la empresa espera reducir la huella de carbono un 15% para 2025

Este verano, con la publicación de la Declaración de Rendimiento Extra-financiero del Grupo Oeneo, Diam Bouchage, líder mundial del tapón de corchos tecnológicos, la empresa ha mostrado el cumplimiento de sus compromisos sostenibles y sus resultados medioambientales para 2022. La huella de carbono de DIAM Bouchage para 2022 es de 67.720 toneladas de CO2e. A pesar del importante crecimiento de la producción, la huella de carbono de la empresa será un 2% inferior a la de 2019, gracias al control de las emisiones directamente vinculadas a su actividad. A mediados de 2021, Diam Bouchage emprendió una ambiciosa trayectoria que implica una reducción del 15% de su huella de carbono de aquí a 2025.

El proceso comenzó en 2009, año en que Diam Bouchage implantó una política medioambiental plenamente integrada en todas sus plantas industriales, hoy todas ellas están certificadas según la norma ISO 14001. “El corcho con el que trabajamos a diario es un material noble y natural… sabemos lo importante que es preservar nuestro hermoso planeta. El deseo de trabajar para el futuro, más allá del cumplimiento de la normativa, está en el centro de todos nuestros desarrollos” explica Dominique Tourneix, Director General de Diam Bouchage.

Este enfoque compromete a la empresa a mejorar continuamente el rendimiento de sus herramientas de producción siguiendo 4 directrices principales: Controlar su consumo de energía y materiales y, por tanto, su huella de carbono; un compromiso con un enfoque de economía circular mediante la recuperación de sus subproductos del corcho y residuos; gestionar los riesgos industriales asociados a sus instalaciones técnicas y el desarrollo de productos más respetuosos con el medio ambiente como parte de un enfoque de ecodiseño del ciclo de vida.

La revitalización de los alcornocales es uno de los pilares de las iniciativas de Diam Bouchage. Entre 2020 y 2021, ha subvencionado la plantación de 5.934 alcornoques en Provenza (Actualmente se están planificando otras plantaciones en Francia y España). A finales de 2022, tras varios meses de espera, debates, intercambios técnicos y solicitudes de cumplimentación, una de las parcelas plantadas obtuvo la certificación Label Bas Carbone en Francia para la “reconstitución de masas forestales degradadas”. Se trata de una primicia para una plantación de alcornoques 100% local, que hasta ahora no había obtenido la certificación.

“Hoy en día, el bosque está en el centro de los debates sociales y medioambientales. Como parte interesada en este ecosistema, Diam Bouchage ha situado el bosque en el centro de sus compromisos de RSE y desea ir aún más lejos en la ejemplificación de su huella de carbono a través de la innovación y el etiquetado de sus proyectos” explica Fabien Nguyen, comprador de corcho en Diam Bouchage.

Otra palanca clave utilizada por la empresa para reducir su huella de carbono es la mejora de las emisiones del transporte por carretera. Para aplicar el plan de acción correspondiente, Diam Bouchage se ha adherido al programa FRET21, que se basa en la reducción de las distancias recorridas, la optimización de los índices de carga y la elección de medios de transporte menos emisivos. La solicitud presentada al comité de validación el 20 de julio formaliza el objetivo de Diam Bouchage de reducir al menos un 5% sus emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte de mercancías en los próximos tres años.

“El transporte de mercancías representa en torno al 10% de nuestras emisiones, por lo que, naturalmente, queríamos determinar las acciones más adecuadas para reducir las emisiones de nuestro transporte de mercancías entre plantas y a nuestros clientes. Por tanto, era esencial disponer de una herramienta de medición periódica y normalizada, así como de una evaluación del impacto de nuestros proyectos y acciones. La iniciativa FRET21 nos proporcionó este marco”, destaca Caroline Forgue, responsable de RSE de Diam Bouchage.

En el marco de su proyecto de envergadura de gestión de energía, Diam Bouchage también realizó una importante inversión en recuperación de calor en las unidades de limpieza de corcho en su planta española. Desde el pasado mes de junio, los ahorros ya representan el 60% de su consumo de gas y deberían alcanzar el 100% tras una segunda fase de obra a finales de año. Además, la compañía ha iniciado varios proyectos de instalación de paneles fotovoltaicos.  La instalación de cubiertas solares se llevará a cabo en los próximos meses en todo el aparcamiento de su planta francesa y se está validando un importante proyecto de granja solar en España.

Los cerca de 740 empleados de Diam Bouchage son sensibilizados periódicamente sobre cuestiones medioambientales. En 2022, se organizó una importante serie de reuniones y talleres participativos con motivo de la Semana Europea de la Prevención de Residuos. Este año, la empresa se ha fijado el objetivo de iniciar a todo su personal en el Fresco del clima.

“En Diam Bouchage tenemos el deseo de desarrollar una cultura común para todos los empleados en la comprensión del mundo del vino y la sensibilidad a los problemas climáticos. El Fresco del clima es una herramienta poderosa para tomar las relaciones de causa y efecto de los mecanismos de cambio climático y, en particular, la necesidad de reducir nuestras emisiones de GEI”, afirma  Dominique Tourneix.

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