La Asociación de Bodegas Familiares de Rioja organiza el lunes 27 de marzo en Riojafórum la primera cata de vinos de pueblo de Rioja. Una convocatoria histórica que, bajo la dirección de Juancho Asenjo, profundizará en las raíces del auténtico vino familiar y territorial que, hasta el desarrollo del Rioja moderno (finales del siglo XIX) con las mezclas de uvas de las diferentes subzonas, caracterizaba la región vitícola.

 

Juancho Asenjo, educador y formador de formadores, se remontará a aquella historia original, a la identidad de las comarcas y de los vinos municipales a través de una selección de vinos de Bodegas Familiares de Rioja. Tempranillos de la Sonsierra, de los Obarenes, de Moncalvillo, de las riberas del Ebro…; garnachas atlánticas de la zona noroccidental de Rioja, continentales del Alto Najerilla y mediterráneas de Tudelilla o Yerga; vinos de graciano, maturana tinta y blanca… son algunas de las propuestas que Asenjo presentará en una cata inédita.

La cata, prevista para 150 personas, con un aforo completo y la participación de periodistas, prescriptores, distribuidores y sumilleres de todo el país, profundizará en la extraordinaria diversidad de los vinos de Rioja y en el compromiso de las bodegas familiares en el cultivo de sus propios viñedos y en la elaboración de vinos con personalidad y con la identidad de los territorios donde asientan su amplia tradición vitícola. Las referencias, seleccionadas por Juancho Asenjo, se presentarán sin marcas comerciales: “Una cata para valientes”, aventura el experto. “Un viaje al infinito, a los arcanos del vino riojano, a la llegada del oidium, del ferrocarril, de los franceses, de la filoxera… y, todo ello, sin etiquetas, simplemente por municipios”, avanza.

“Desde la Asociación, hemos sido impulsores de la normativa que regulará y que, en breve se aprobará, de los vinos municipales y singulares de Rioja, pero esta cata, más que mostrar este tipo de elaboraciones con las que por supuesto trabajamos, es una acción reivindicativa de la pequeña y mediana bodega”, explica Eduardo Hernáiz, presidente de la Asociación de Bodegas Familiares de Rioja. “Somos nosotros -continúa- los que estamos en los municipios, los que creamos empleo y los mantenemos vivos, los que hemos bebido, elaborado y compartido en las bodegas estos vinos de pueblo y entendemos que esta diversidad es el gran valor que Rioja debe empezar a mostrar por el mundo”.

La cata, comenzará a las 11 de la mañana en uno de los salones de Riojafórum, con una duración prevista de dos horas. A continuación, habrá un show room exclusivo para los profesionales asistentes con la participación de veintitrés Bodegas Familiares de Rioja.

Presentación de la añada 2016. La cata especial coincide además con el XX aniversario de la Fiesta de Presentación de Añada de Bodegas Familiares de Rioja, de 19 a 21 horas en el vestíbulo del Riojafórum. Una fiesta, abierta al público, en la

que las mismas bodegas de la mañana ofrecerán los vinos de la última cosecha para compartir con la sociedad riojana, en una cita marcada ya en el calendario de los aficionados. El vestíbulo del Riojafórum acogerá este tradicional encuentro. El precio de la copa para poder participar es de 10 euros por persona con la posibilidad de degustar todos los vinos de las 23 bodegas.

La añada 2016 ha sido una cosecha de gran calidad y también cantidad en la DOCa Rioja. La vendimia, escalonada durante dos meses, resultó sorprendente por la extraordinaria climatología que la acompañó y por el incremento de las expectativas productivas en un ciclo que venía marcado por una fuerte sequía veraniega.

La superficie total de viñedo productivo en la vendimia 2016 fue de 62.641 hectáreas (759 más que en la campaña anterior). De ese total, 58.016 hectáreas son de variedades tintas y 4.625, de variedades blancas, de las que se obtuvo una producción amparada de 400,14 millones de kilos de uva tinta (90%) y 42,22 millones de kilos de uva blanca (10%). La cantidad final recolectada en esta vendimia fue de 462,5 millones de kilos de uva, de los que, una vez descontados los excesos de rendimiento, fueron amparados por la Denominación de Origen un total de 442,4 millones de kilos (318,5 millones de litros de vino).

El Consejo Regulador calificará en breve la añada 2016, aunque la impresión de las bodegas familiares, después de unas fermentaciones tranquilas y pausadas, es que estamos ante una cosecha de gran calidad, especialmente en aquellos viñedos en que se controlaron las producciones, aunque la buena meteorología permitió alargar la recogida, lo que vino muy bien a los viñedos con mayor carga. La sanidad fue excelente, de las mejores de las últimas décadas, y los vinos presentan estructura, con carga polifenólica y aromática, lo que, en principio, hace presuponer una muy buena aptitud para el envejecimiento.