Cuando alguien visita la Escuela de Hostelería de La Rioja IES Camino de Santiago, con sede en Santo Domingo de La Calzada –y animo a todo el mundo a que por lo menos una vez en su vida, se acerque a sus instalaciones– nunca debe olvidar que se encuentra en un recinto educativo en el que continuamente se están formando hasta 300 jóvenes, de forma gratuita, que tarde o temprano acabarán en el mercado de trabajo español o internacional en disciplinas como los alojamientos turísticos, la gastronomía o los servicios de restauración en general. No en vano, la Escuela de Hostelería de La Rioja es el único centro de la Comunidad que imparte Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior de Hostelería y Turismo y además coloca a todos sus alumnos cuando terminan sus estudios.

Texto: Antonio Egido

 

Su directora, Mari Carmen Sanz, además, no se cansa de mostrar a la sociedad riojana la labor que dentro de su sede en la calle Mayor 83 de Santo Domingo de la Calzada realizan. La última de ellas, el pasado 8 de noviembre, tenía como atractivo el disfrutar de los productos zamoranos, en la XIV Jornada, para lo que fue invitado el cocinero Antonio González, del restaurante “El Rincón de Antonio” de Zamora, que vino acompañado de su hijo Ernesto.

Jornada dura para los alumnos de la Escuela que tuvieron que solventar, antes del inicio de la comida, el primer problema: se presentaron más comensales de los inicialmente previstos, porque la delegación zamorana en La Rioja debe ser muy amplia y prácticamente toda se presentó a comer, en algunos casos, sin confirmar presencia. Esto retrasó el inicio de la comida, presidida por el Consejero de Fomento y Política Territorial del Gobierno de La Rioja, Carlos Cuevas, así como por representantes de la Diputación Provincial de Zamora.

Solventado el primer problema, que para la directora de la Escuela “ha servido para que los alumnos aprendan a resolver cuantos problemas se les presentará luego en su vida profesional, pues hoy también estamos realizando una actividad docente”, comenzamos el largo menú con una .ensalada de queso zamorano y chorizo zamorano con brotes verdes, que fue acompañado de un pan de semilla de harina tradicional zamorana; seguimos con la lengua confitada de ternera de Aliste con lentejas de Tierra de Campos en vinagreta cortada y los garbanzos de Fuentesaúco al ajoarriero con setas de Sanabria, acompañados los dos platos de pan de chapata de harina tradicional zamorana; seguimos con los callos, pata y morro de ternera de Aliste con chorizo zamorano y crema de pimientos de Fresno y Benavente, para cerrar con el lechazo de Castilla-León con arroz tipo zamorano y queso zamorano, dos platos unidos por un mismo pan: el rústico con harina tradicional zamorana para terminar con el siguiente postre: bizcocho de harina tradicional zamorana con chocolate de Vezdemarbán, borracho de vinos de Zamora, crema de nata,  flan cremoso de leche Gaza y helado de nata merengada Gaza.

Regamos los diferentes platos de este excelente menú con un vino blanco de D. O. Arribes del Duero, un rosado con D. O. P. Valles de Benavente, y dos tintos, el primero un vino joven con D. O. Toro y el último un crianza del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Tierra del Vino de Zamora.

Participaron en esta jornada de productos zamoranos los alumnos de 2º C. F. G.S. Gestión de alojamientos turísticos que se encargaron de la ambientación y recibiendo a los invitados; los de 2º de Formación Profesional Básica se ocuparon del vino español;  en cocina estuvieron los de 2º  C. F. G. M. de Concina y Gastronomía; en pastelería, los de 2º C. F. G. M. de Pastelería, Repostería y Confitería; el pan lo hicieron los de 1ª C. F. G. M. de Pastelería, Repostería y Confitería, teniendo como maestro al campeón de España de Panadería 2017, Juan Antonio Pérez “Toñín”, de la panadería artesana de  Navas del Marqués (Ávila), al tiempo que se ocuparon de la sala los alumnos de 1º y 2º  C. F. G. M. Servicios de Restauración.

De los discursos destacar que se habló de que estas comidas sirven para que los alumnos sepan tratar productos que en principio les son extraños, pero que llevan el sello de calidad, de parte de la Diputación de Zamora; que todo había salido muy bien gracias al espíritu con el que habían trabajado los alumnos de la Escuela, de parte del cocinero; que se habían fusionado el apetito riojano con los productos zamoranos, dejando el mensaje de que en una España unida todos sumamos, del consejero riojano y finalmente que solventados los primeros problemas, todo se había desarrollado como correspondía, palabras dichas por la directora de la Escuela que puso punto final a la comida, con la entrega, como corresponde, de diferentes regalos a los que habían hecho posible esta nueva Jornada, dejando abierta la posibilidad de repetir la experiencia el año próximo en lo que será ya la XV Jornada de Productos Zamoranos.

 

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