Vino y poesía

El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

Como vamos a tener una semana cargada de prosa, debido esencialmente a las tres elecciones que tenemos por delante, con votación el próximo domingo para elegir a nuestros representantes locales, autonómicos y europeos, hemos pedido a nuestro buscador que nos ponga poesía sobre el mundo del vino, dando con diferentes webs que nos aportan un respiro literario.

De esta forma en ‘vinoscutanda.com’ nos ofrecen lo que valoran como “El vino es poesía: los 5 poemas más bellos relacionados con vino”, que son:

Pablo Neruda y su “Oda al vino”

Una de las poesías más bellas sobre el vino, es la “Oda al Vino” que escribió el poeta chileno Premio Nóbel de Literatura. Algunas de las líneas que destacamos:

El vino
mueve la primavera,
crece como una planta la alegría,

Caen muros,
peñascos,
se cierran los abismos,
nace el canto.

Charles Baudelaire y “El Alma del vino”

El bohemio poeta Baudelaire, una de las figuras más destacadas de la literatura francesa, también escribió un maravilloso poema sobre vino, titulado “El Alma del vino“. Atención a estos versos:

Yo iluminaré los ojos de tu mujer arrebatada;
a tu hijo le devolveré su fuerza y el ánimo

Y seré para ese frágil atleta de la vida
el ungüento que fortalece los músculos de los luchadores.

Li Po (Li Bai): “Mientras bebo a la luz de la luna”

Li Po fue un poeta chino muy destacado en la dinastía Tang, conocido como “el poeta inmortal”. Quizá sea el más antiguo de todos los escritores a los que referenciamos en el listado, ya que vivió entre los años 701 y 762. Aquí un fragmento del poema “Mientras bebo a la luz de la luna”:

Un vaso de vino entre las flores:

Bebo solo, sin amigo que me acompañe

Levanto el vaso e invito la luna:
con ella y con mi sombra seremos tres.

Jorge Luis Borges: “Soneto del vino”

Uno de los autores más destacados del siglo XX, el argentino Borges, también dedicó unas líneas al vino en su poema “Soneto del vino“. De este, con una sola frase podemos destacar la fuerza de sus líneas:

Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia

José Ángel Buesa, “Brindis”

Si Li Po es conocido como “el poeta inmortal” a José Ángel Buesa se le conoce como “el poeta enamorado”. Su poesía melancólica también tuvo al vino como musa en el poema “Brindis”:

Al beber, gota a gota, los pétalos flotantes
me rozarán los labios, como labios de amante;
y, en su llama o su nieve de idéntico destino,
serán como fantasmas de besos en el vino.

Sin duda este es un recopilatorio de los 5 poemas más bellos sobre vino, aunque hay muchos más, y al igual que como dicen: “la belleza reside en los ojos del que mira” en el caso de la poesía, para juzgarla, quizá no sean los ojos los que intervengan, sino el alma misma“.

Nos vamos a ‘verema.com’ que nos ofrece lo que definen como “una poesía de Nicanor Parra, que es una delicia”.

Nervioso, pero sin duelo
a toda la concurrencia
por la mala voz suplico
perdón y condescendencia.

Con mi cara de ataúd
y mis mariposas viejas
yo también me hago presente
en esta solemne fiesta.

¿Hay algo, pregunto yo,
más noble que una botella
de vino bien conversado
entre dos almas gemelas?

El vino tiene un poder
que admira y que desconcierta
transmuta la nieve en fuego
y al fuego lo vuelve piedra.

El vino es todo, es el mar
las botas de veinte leguas
a alfombra mágica, el sol
el loro de siete lenguas.

Algunos toman por sed
otros por olvidar deudas
y yo por ver lagartijas
y sapos en las estrellas.

El hombre que no se bebe
su copa sanguinolenta
no puede ser, creo yo
cristiano de buena cepa.

El vino puede tomarse
en lata, cristal o greda
pero es mejor en copihue
en fucsia o en azucena.

El pobre toma su trago
para compensar las deudas
que no se pueden pagar
con lágrimas ni con huelgas.

Si me dieran a elegir
entre diamantes y perlas
yo elegiría un racimo
de uvas blancas y negras.

El ciego con una copa
ve chispas y ve centellas
y el cojo de nacimiento
se pone a bailar la cueca.

El vino cuando se bebe
con inspiración sincera
sólo puede compararse
al beso de una doncella.

Por todo lo cual levanto
mi copa al sol de la noche
y bebo el vino sagrado
que hermana los corazones.

Y cerramos esta mirada a la poesía en ‘poesamsquenada.blogspot.com’ donde nos encontramos muchas y diferentes partes de poemas, del que nos quedamos con uno, el de Juan Gonzalo Rose (Perú, 1928-1983)

La luna no tiene vida

el vino sí

el mar no tiene descanso

el vino sí

el amor no tiene olvido

el vino sí.

 

Unos se fueron a la mar

los astronautas a la luna

y el amor no vino a mi,

el vino sí.

 

Hoy no añadimos ni una palabra más.