La Cofradía del Vino de Rioja celebró su 53 Gran Capítulo el pasado 29 de noviembre en Bodegas Campo Viejo de Logroño, capítulo que contó con unos 300 asistentes, entre los cuales hubo una amplia representación de una veintena de cofradías gastronómicas y vinícolas españolas. Las espectaculares instalaciones de la bodega proporcionaron un magnífico marco para dotar de gran brillantez al desarrollo de los actos programados.

El tradicional acto de investidura de nuevos cofrades de número tuvo en esta ocasión como protagonistas a Isabel Oliver Miralles, Mariano Ramón Mur, José Ramón Jiménez Berger, Jorge Bruno Pignataro Otman, José Maria Rello Rello, Luis García Ochoa, Gonzalo Salazar de Gurendes Colina, Adolfo Sáenz Burgos, Iván Fernandez Lopez y Pedro Benito Sáez. En representación de los diez nuevos cofrades pronunció un brillante discurso de ‘exaltación del vino de Rioja’ el uruguayo Jorge Bruno Pignataro, expresamente venido desde su país para la ocasión. “Llegué aficionado y me voy apasionado del vino de Rioja”, afirmó, reconociendo que Rioja es un modelo para la incipiente vitivinicultura de Uruguay. Tras destacar la espectacularidad de la fiesta y de la propia bodega, expresó de forma muy gráfica su admiración por la pasión por el vino que se vive en la región diciendo que “en La Rioja les corre algo de sangre dentro del vino que tienen en sus venas”.  

En este 53 Gran Capítulo se invistió también como cofrades de mérito a Rafael Trujillo León-Salas, presidente de la Cofradía Amigos de la Viña y el Vino de Baena y, a Christian Barré, presidente y director de Pernod Ricard Bodegas, grupo al que pertenece Campo Viejo. En su intervención resaltó la importancia de la labor realizada por la Cofradía y la necesidad de que en España se defienda la cultura del vino y del buen comer ante la espectacular caída del consumo de vino que se ha venido produciendo en los últimos veinte años. Christian Barré, que ha cumplido cinco años al frente del grupo bodeguero en nuestro país, afirmó que su trabajo se ha centrado en “hacer cada día más fuertes las marcas de Rioja, región que produce unos vinos fantásticos y que posee una estructura muy sólida en España y en el mundo, fruto de un trabajo bien hecho”. Consideró “un gran honor” el reconocimiento de la Cofradía del Vino de Rioja y agradeció la buena acogida que había tenido desde su llegada a la región, “sintiéndome como en casa”.