El mundo del vino a sorbos

Si Larra dijo en su momento que “escribir, en España, es llorar”, no me imagino lo que puede decir, en la actualidad, todo aquel que se dedique a la investigación, aunque siendo fieles a nosotros mismos, tenemos que fijarnos en los que vuelcan su pasión, y su dinero, en la investigación dentro del mundo del vino. Y como de todo queremos saber un poco más,  escribimos en el buscador de Internet estas palabras mágicas o estas mágicas palabras.

 Texto: Antonio Egido

La primera respuesta a nuestra búsqueda, nos la aporta ‘elmundovino.elmundo.es’ con el título ‘Financiada por la Unión Europea. Investigación catalana sobre el TCA’. Una información fechada en 2010, pero es que así está el mundo de Internet, por lo que solo les vamos a republicar el inicio de la misma: “Un grupo de empresas catalanas del sector biotecnológico, alimentario y enológico han puesto en marcha un proyecto de investigación para diseñar un método que garantice la destrucción de los tricloroanisoles (TCA) un compuesto volátil que provoca el mal denominado «gusto a corcho» en vinos y cavas, según informa Efe. Las compañías que participan en esta investigación -que cuenta con una inversión de 1,5 millones de euros con financiación de fondos FEDER- son AB-Biotics, la corchera Vigas (Palafrugell), Cavas Hill (Moja-Olèrdola) y el fabricante de maquinaria alimentaria Bigas Alsina (eirona), se explica en un comunicado”.

Actualizada está sin duda la página del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino ‘icvv.es’ de donde no les podemos informar de las líneas de investigación que siguen en la actualidad aunque genéricamente sí nos dicen que “La actividad científica del ICVV se organiza en dos grandes áreas: Viticultura y Enología.

Cada una de ellas incluye desde la investigación básica hasta los procesos de desarrollo tecnológico e innovación”.

Y a partir de ahí desarrollan cada una de las áreas y los grupos de investigación que las realizan. Nos volvemos a las noticias y allí sí encontramos que en julio de 2012 -aunque hay más noticias buscamos la que hace referencia a alguna investigación- publicaron la información sobre  “Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV) y del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural Agrario y Alimentario (IMIDRA) identifican a los padres de la uva ‘tempranillo’ en las cercanías del Valle del Ebro.

Este importante hallazgo de los antecesores de la uva tempranillo entre las variedades de vid minoritarias, constituye la primera determinación del origen genético de una de las variedades de uva tinta más extendida y cultivada en España, con cerca de un 20% de la superficie total de viñedo y que se cultiva en 56 de las 72 denominaciones de origen españolas. Es la principal uva utilizada en vinos de calidad españoles.

El análisis de ADN, junto a estudios morfológicos e históricos, ha permitido identificar como los ‘padres’ del tempranillo a las variedades ‘albillo mayor’ (denominado turruntés en La Rioja) que se cultiva en el centro de la Península Ibérica y a la variedad ‘benedicto’ que sólo queda en forma residual en Aragón y carece de referencias históricas claras en la literatura vitícola española”.

Algo es algo, pero seguimos bajando en las páginas web -les recuerdo que estamos en las páginas más visitadas y por ello en los primeros resultados de un total de 2.780.000-, y nos encontramos con ‘ladecadasinnombre.com/2008’ lo que nos indica que nos van a hablar de una entrada del año 2008, con el título ‘Recientes investigaciones sobre uvas y salud’ en donde nos indican que “Es como el dilema del huevo y la gallina: ¿Qué tiene más beneficios para la salud, un racimo de uvas o un vaso de vino? Mientras los científicos continúan explorando el potencial de los compuestos químicos encontrados en la uva y el vino, sigue siendo una cuestión sin resolver. Si bien el consumo moderado de vino, especialmente el tinto, se ha vinculado a varios beneficios para la salud en las últimas dos décadas, estudios recientes están buscando ahora en las uvas y, más concretamente, en sus polifenoles, en un intento de comprender su potencial”.

Y nos quedamos parados y además llorando no como Larra, sino a grito pelado. Si esto es lo que hay en Internet sobre investigación del vino, algo está fallando en la red, que suele ser un espejo de la sociedad actual ¿O ya no se publica, o lo que es peor, no se investiga sobre el mundo del vino?