propiedades saludables del vino

Crisis coronavirus y oportunidades para el Rioja (III)

Probablemente al doctor riojano Pedro Ruiz Santolaya le tocó luchar contra la pandemia de la llamada ‘Gripe Española’ hace un siglo con medios mucho más precarios de los que hoy disponemos, al menos en teoría, para hacer frente al coronavirus. Pero no es la crisis sanitaria lo que nos motiva a dar protagonismo a este personaje en una fecha tan señalada como hoy, 7 de abril y ‘Día Mundial de la Salud’, sino su condición de pionero en la divulgación de las propiedades saludables del vino y la recomendación de su consumo moderado. Tampoco se adelanten a intuir que el vino era su receta contra la pandemia gripal que puso la guinda a la Primera Guerra Mundial. Porque ni lo fue entonces ni puede serlo en la actualidad, a pesar de algunas informaciones aparecidas estos días y manejadas de forma excesivamente alegre y nada beneficiosa para la imagen del propio vino.

Justamente el año en que se creó el Consejo Regulador de Rioja (1926), el médico de la localidad riojana de Villamediana de Iregua viajaba a Madrid para pronunciar varias conferencias en la Sociedad Española de Higiene encaminadas a demostrar que el vino era un alimento bueno para la salud si se tomaba con moderación. Su villa natal tributó a Pedro Ruiz Santolaya un homenaje de reconocimiento por “su triunfo en favor de los vinos en la Sociedad Española de Higiene”, tal como quedó plasmado en la placa de mármol que lucía en la fachada de su casa. De todo ello daba noticia la revista ‘La Rioja Industrial’, que publicaba el retrato que reproducimos y la concesión de la Medalla del Mérito Agrícola a petición unánime de varias entidades como el Consejo Provincial de Fomento y la Cámara Agrícola.

Muchos años después, en 1999, el Ayuntamiento de la localidad dedicaría una calle a este hijo ilustre, que para apoyar sus argumentos en favor de las cualidades saludables del vino realizaba sus propios experimentos, tal como nos cuenta un descendiente suyo, Faustino García San Román. “Uno de los experimentos que hizo para defender esa postura -asegura Faustino- fue criar unos pollos dándoles unas dosis de vino a algunos de ellos, lo que le permitió comprobar que los que habían tomado vino estaban más sanos y vivían más tiempo”. Nieto de Efigenia Santolaya García, la sobrina del doctor que acabó adquiriendo su antigua casa, Faustino García rompe una lanza en favor de los méritos de su tío-abuelo D. Pedro Ruiz Santolaya y de su pueblo Villamediana de Iregua. Por la contribución de ambos al “resurgimiento de los vinos de Rioja”, reclama para ellos “un puesto en la historia de los grandes hombres y pueblos de La Rioja vinícola”.

Pensamos que ser “la más sana e higiénica de todas las bebidas”, como dijo Pasteur, y “cosa admirablemente apropiada para el hombre, tanto en el estado de salud como en el de enfermedad, si se le administra oportunamente y con justa medida, según la constitución individual”, como escribió Hipócrates, el gran maestro de la medicina en la antigüedad, son cualidades que podrán seguir contribuyendo al nuevo ‘resurgimiento de los vinos de Rioja’ que todos deseamos se haga realidad una vez concluya la pandemia del coronavirus. En tanto llega ese final, recordamos una vez más que el vino es un alimento que forma parte de nuestra Dieta Mediterránea, un integrante de la pirámide nutricional que, tomado con moderación y acompañando las comidas, resulta positivo para el organismo. Lo que, unido a sus propiedades lúdicas, representa una doble motivación para que, en estos tiempos de confinamiento tiempos en los que nos sentimos constantemente abrumados por las malas noticias, seamos muchos los que intentamos seguir disfrutando #ConUnRiojaEnCasa y hayamos regresado a hábitos de consumo propios de esa cultura ancestral de los pueblos mediterráneos, en la que el vino formaba parte consustancial de nuestra dieta, nuestras fiestas y nuestra convivencia.

 

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