El mundo del vino a sorbos

Dentro de unos días entraremos en una nueva estación del año 2014, la última, la de invierno, lo que nos ha movido a preguntarle a nuestro buscador, y esperar las respuestas que nos pueda aportar sobre “vino de invierno”, que nos remite irremediablemente a diferentes vinos, cada cual más especial, pero que todos ellos llevan en su etiqueta el apellido de ‘invierno’.

Texto: Antonio Egido

 

De  esta forma, en ‘bodegajaviersanz.com’ nos muestran su vino dulce de invierno sobre el que nos informan que “este caldo bivarietal muestra su carácter innovador. Está elaborado con uva Verdejo (80%) y Moscatel (20%). Una de las particularidades es su proceso de recogida y elaboración, cuya técnica se remonta a sus ancestros. Las uvas se vendimian en noviembre y se extienden en el desván de este antiguo lagar, sobre un suelo poroso de ladrillo de abobe y en ambiente ventilado, con el objetivo de que se evapore el agua y se concentren los azúcares naturales del fruto. Cuando se alcanzan los niveles adecuados, las uvas se recogen y son prensadas para proceder a la fermentación de este mosto. V Dulce de Invierno es el segundo producto de la «Colección Exclusiva V» de vendimia manual seleccionada de Javier Sanz Viticultor S.L. Una de las peculiaridades es su proceso de recogida y elaboración, cuya técnica se remonta a sus ancestros”.

En ‘cafebabel.es’ y con el título de “El vino caliente, un original ‘made in’ Alemania” parece que nos hace caer en una contradicción con nuestro objetivo, pero la aclaración vuelve a poner el punto de mira en nuestro empeño, cuando leemos: “Los habitantes del sur de Europa seguramente armarían un escándalo si el vino de su tierra se echara en una cacerola cada invierno para calentar sus gaznates congelados. Pero, afortunadamente, la tradición del vino tinto caliente y azucarado, aromatiza los delicados sabores de la Navidad, el original ‘Glühwein’ alemán debe su éxito al norte de Europa, en regiones donde la gente se congela deliberadamente en los mercados navideños, al aire libre y con los dedos entumidos, pero que vuelven rápidamente a la vida con un buen vaso que humea el dulce perfume del invierno…

Una bebida con especias

En lo que respecta al vino caliente, sin embargo, la rivalidad entre el sur y el norte de Europa desaparece bastante rápido: basta con remontarse al inicio de la Historia y aterrizar en la época de los romanos, que jamás ocultaron su fascinación por su querido dios del vino Baco y su gusto pronunciado por el vino aromatizado con miel, pimienta y laurel, bebida que llamaban ‘Conditium Paradoxum’. Pero el ‘Glühwein’, la verdad, procede de una receta tradicional que no deja lugar a la improvisación. Los ingredientes son cáscaras de naranja, canela en rama, vainilla en vainas y clavo.

Pero, esto no sería Europa si no hubiera una receta diferente en cada país. En Polonia, por ejemplo, se prepara el ‘grazniec’, comúnmente según la receta romana, es decir, con miel; mientras tanto, en Escandinavia el ‘glögg’ (como se llama en Dinamarca y Suecia, el ‘gloog’ en Noruega y el ‘glögi’, en Finlandia), es una mezcla de vino y alcohol de cereales o vodka. Esta bebida también es apodada como ‘ponche sueco’ en Alemania. Sus orígenes se encuentran en la India colonizada por los ingleses: la Compañía de Indias británica regresó un día del siglo XVII con una mezcla hindú elaborada miniciosamente a base de Arrak (un aguardiente de caña de azúcar), limón, azúcar, té, especias y un poco de agua… ¡que se convirtió rápidamente en una bebida de moda entre los Tories! ¡Hasta Mozart la conocía! «El ponche y la pipa, he aquí el disfraz inglés”, escribió a su amigo Hageanuer. Si algún ingrediente indio faltaba en algún barco británico, se las arreglaban con la receta para hacer un buen ‘grog’ (“el ron es necesario, el azúcar es un añadido y el agua, prescindible”, decía también en Alemania la Marina Real para obtener su ración).

El ‘Fewuerzangenbowle’ hace tambalear al que lo bebe en Alemania. Para preparar este ‘cóctel explosivo’ navideño, hay que armarse con una pinza (fabricada especialmente por la marca PZbowle), un pan de azúcar en forma de cono y de una olla gruesa. Como a simple vista y por su color parece licor, el ‘Krambambuli’, una bebida alcohólica a base de enebro fabricada en una fábrica de Danzig, marcó cada año a los estudiantes del siglo XIX. Y la tradición se mantiene hasta hoy, especialmente gracias a la película de culto Die Feuerzangenbowle (1944), protagonizada por Heinz Rühmann, una adaptación de la novela de Hans Spoerl. Aún hoy, la cinta se proyecta en las salas de la facultad, donde los estudiantes se reúnen para celebrar y brindar con probetas en lugar de vasos”

Y por último y aunque sea una entrada en ‘circuitogastroomico.net’ de diciembre de 2013, les sugerimos, y si lo desean pueden voler a releerlo, el inicio de una serie de consejo de vinos atractivos pues Roberto Colmenarejo nos dice que “La expresión, de uso común como sinónimo de penuria económica o inestabilidad monetaria, me dio pie para escribir otra nota sobre vinos baratos y cumplidores. Sé que la frase encierra un pasado bastante triste de nuestro país, aunque yo he querido darle un tono más bien jocoso, aprovechando para el juego de palabras la época invernal que estamos comenzando a vivir.

La verdad es que me encanta escribir estas notas, pues disfruto mucho mostrando que en nuestro país se pueden encontrar ricos vinos sin gastar mucho dinero.

Para todos aquellos que están algo escasos de presupuesto, aquí van doce vinos accesibles para “pasar el invierno”.

Y es que si cumplimos nuestro inicial objetivo de hacerles pensar en el vino y sobre todo, degustar de esta bebida con moderación, nos damos por suficientemente compensados.