El mundo del vino a sorbos

Ya sabemos todos que el vino es un elemento y muchas veces una herramienta para algo más que ofrecer una tradición, una forma de elaborar o lo que hay detrás de una marca. Cada día más se pone de moda el contar el “vino como reclamo”, que es lo que le hemos pedido esta semana a nuestro buscador y del que hemos conseguido los siguientes resultados.

Texto: Antonio Egido

En ‘barradeideas.com’ encontramos “el vino como reclamo turístico” del que nos dicen que “Sin duda, cada vez más, la calidad de los vinos de una región es un importante punto de atracción para el turista. Una de las opciones que facilita el llamado turismo vitivinícola de reciente aparición es “CatadelVino.com”, una herramienta ideal para los amantes del vino que, con la ayuda de un calendario que incluye motor de búsqueda de las 51 provincias españolas, pueden ya reservar sus catas de vino, visitar la bodega, conocer cómo se elabora el vino, disfrutar del entorno, etc. El portal además también facilita la compra directamente de vino a las bodegas al mejor precio sin comisiones o intermediarios, y acceder al directorio más completo de bodegas y vinotecas que existe en internet, con más de 6.000 bodegas registradas con sus correspondientes geolocalizaciones y datos de contacto. Son las bodegas españolas las que gestionan el portal, ya que son ellos los que directamente desde su panel de control, anuncian sus catas y los vinos que producen y comercializan. Las vinotecas también cuentan con su espacio en el calendario, al poder anunciar junto a las bodegas las fechas en las que organizan catas de vino durante todo el año. En definitiva una buena herramienta de marketing destinada a la promoción del vino español y del turismo, ya que ofrece un directorio turístico dinámico y versátil que es actualizado diariamente por las bodegas y vinotecas españolas”.

Un reclamo que ha sido utilizado para la creación o desarrollo de diferentes rutas turísticas como de las que nos informa ‘sevilla.abc.es´ y que no siendo de este año, son buen ejemplo: “Umbrete, Cazalla de la Sierra, Lebrija y Carmona son los escenarios elegidos por la Diputación de Sevilla, a través de Prodetur, la Delegación Territorial de Turismo y la Asociación de Vinos y Licores de la Provincia, para desarrollar esta semana las jornadas informativas para sensibilizar al sector para participar en la Ruta del Vino de Andalucía, una propuesta incluida en el programa de la Junta de Andalucía «Paisajes con Sabor».

Este proyecto engloba cuatro itinerarios gastronómicos centrados en aquellos productos más representativos de la Comunidad y estarán ligadas a los distintos entornos paisajísticos de Andalucía; tierra de vinos, dieta mediterránea, paisajes serranos y productos combinados del mar e interior. El propósito es reforzar la competitividad de este segmento y su potencialidad como reclamo turístico para el destino, para lo que se mantendrán distintas reuniones y sesiones informativas con profesionales del sector.

La Diputación apuesta por incorporar a la Ruta de los Vinos y Licores de la provincia de Sevilla, toda una oferta complementaria, como alojamientos, restauración entre otras, que permita poder ofrecer un producto completo al visitante. Así, técnicos de Prodetur visitarán estos municipios junto con representantes de la Asociación de Vinos y Licores de la provincia, donde mantendrán distintas reuniones con representantes del sector al objeto de que participen en este proyecto.

En los últimos años junto a la Asociación de Hoteles de la provincia, distintas jornadas de vinos y licores en los restaurantes y hoteles de la provincia y ha organizado cuatro Muestras de los Vinos, Licores y Anisados. En la misma línea de promocionar la rica variedad que poseen las bodegas de los pueblos sevillanos ha editado distintas publicaciones, entre las que se cuentan folletos sobre enoturismo o la Guía de Vinos y Licores de la provincia”.

Y finalmente nos quedamos con la opinión siempre acertada de Salvador Manjón, del que recuperamos, porque está en internet, una columna suya escrita en 2014  y que lleva como título, precisamente, “El vino como reclamo”. El alma mater de La Semana Vitivinícola decía que “aunque los datos del 2013 representan un aumento considerable del volumen de vino importado (+33,7% si se tiene solo en cuenta el vino y +20,9% si se consideran también mostos y vinagres), y todo parece indicar que tal situación encuentra justificación en lo corta que resultó la cosecha del 2012, siendo la categoría de vinos sin indicación de origen ni variedad, la que más volumen concentró con el 62,8% del total de los 1,903 Mhl importados; hay algunos detalles, como pudiera ser crecimiento experimentado del 1692% de los vinos con D.O.P. a granel, que deberían hacernos reflexionar sobre la posibilidad de que nuestro consumo interno vaya internacionalizándose y abriéndose a vinos procedentes de otros países.

Aunque los poco menos de dos millones de hectolitros importados apenas representen un 9,11% de lo exportado, se antoja razón insuficiente la disminución del cinco por ciento de la cosecha para justificar este crecimiento. Parece más lógico pensar en clave de precio y competitividad de nuestros vinos.

Ya hace algún tiempo que políticos y gerentes se han dado cuenta de que el vino puede ser un excelente reclamo de cara a la llegada de nuevos visitantes. Al fin y al cabo somos el tercer país del mundo en turismo y aspiramos a consolidarlo como motor de un modelo económico que hemos tenido que cambiar a marchas forzadas.

Es verdad que el peso del turismo en nuestro Producto Interior Bruto es elevado desde hace muchos años, que siempre ha sido uno de nuestros principales puntales, pero ahora, y ahí es donde está la diferencia, queremos cambiar ese turismo de “chancleta” por un turismo de mayor calidad y valor añadido. Y para eso la gastronomía y de forma muy especial, los vinos, están llamados a jugar un papel muy relevante.

¿Cómo mejorar y avanzar en el conocimiento y la información que tienen quienes nos visitan de nuestras denominaciones de origen, bodegas o marcas?”.

El vino, no debemos olvidarlo, es un muy buen reclamo para unos turistas deseosos de vivir nuevas experiencias.